Qantas, última aerolínea en 'pinchar' por la Covid-19: su beneficio cae el 91%
Qantas Airlines Limited, la aerolínea de bandera de Australia, se ha convertido en la última víctima del coronavirus dentro de un sector en el que las medidas para contener la movilidad y la paralización de los viajes está causando estragos. La tercera compañía aérea más antigua del mundo (por detrás de la holandesa KLM y de la colombiana Avianca) ha visto desplomarse un 91% el beneficio neto de su año fiscal, que concluye en junio, hasta los 124 millones de dólares australianos o los 75,15 millones de euros, frente a las ganancias de 1.300 millones de dólares australianos que obtuvo el año previo (787,90 millones de euros).
El EBIT (ganancias subyacentes antes de intereses e impuestos) se ha hundido otro 75% en relación al año fiscal anterior hasta los 239,40 millones de euros. Los ingresos de la aerolínea australiana merman un 21% hasta los 8.485,05 millones de euros. Con estas cifras sobre la mesa, la firma se centra ahora en su plan de recuperación a tres años, que implicará su reestructuración y un cambio de tamaño.
Esos planes incluyen 6.000 despidos, que representan alrededor del 20% de su fuerza laboral, de los que ya habría ejecutado cerca de 4.000 millones de acuerdo con los últimos datos que ha dado a conocer. La aerolínea se ha visto obligada además a aplicar un ERTE a un total de 20.000 empleados hasta que la situación en términos de vuelos se normalice.
Rescates públicos para garantizar el futuro
La situación de Qantas es similar a la de otras grandes firmas del sector. El mazazo que la Covid-19 ha supuesto para las aerolíneas ha obligado a gobiernos de todo el mundo a salir en defensa de sus firmas de bandera para evitar su quiebra. Los casos más cercanos los tenemos en Lufthansa, para la que el Gobierno de Angela Merkel acordó una ayuda de 9.000 millones de euros con la que garantizar su futuro, o en Air France-KLM, para la que los gobiernos francés y holandés han puesto sobre la mesa un rescate conjunto de 10.400 millones (7.000 millones, París y los 3.400 restantes Ámsterdam).
Por su parte, el grupo hispanobitánico IAG, dueño de Iberia o Vueling, no planea acogerse al fondo de rescate de 10.000 millones que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), destinado a las empresas golpeadas por la pandemia, y de momento sigue adelante con su intención de ampliar capital de 2.750 millones de euros el mes que viene.