Renfe aumenta la insatisfacción con el precio del AVE en plena liberalización
Competencia registra un nuevo repunte en el rechazo de los viajeros a la política tarifaria del operador público. La encuesta del regulador sí detecta una aprobación general a los horarios y las frecuencias.
El precio del billete es un factor determinante para que los usuarios se decidan por un trayecto de tren. Así lo aseguran todos los miembros del sector, conocedores de que se avecina una dura batalla comercial en la alta velocidad durante los próximos años, en los que Renfe tendrá competencia por primera vez en su historia. La compañía pública ya se prepara para hacer frente con una nueva política comercial en sus billetes y una marca de bajo coste que le ayude a contener la fuga de viajeros a los vagones de los rivales. Hay trabajo por delante, habida cuenta de la última encuesta de la CNMC, en la que se ha registrado un repunte en la insatisfacción respecto al precio del AVE.
Las cifras se divulgaron el viernes en el último Panel de Hogares que semestralmente hace público el regulador tras preguntar por la percepción de la calidad en todo tipo de servicios (postal, audiovisual, etc.). De entre todos los aspectos analizados, el malestar en el precio sobre el billete es el aspecto que más rechazo recibe entre los encuestados por el AVE. La suma de usuarios nada y poco satisfechos es del 42,87%, más de dos puntos que en 2020. Por contra, el grado de satisfacción generalizada pasa del 31,2% al 29%. El porcentaje restante de los encuestados se muestra indiferente.
Las fuentes del organismo presidido por Cani Fernández apuntan a que el siguiente panel de 2021 -el de la segunda mitad de año- reflejará el efecto de la competencia. En concreto, la de Ouigo, el low cost que circula por España desde finales de mayo, con motivo de la liberalización del sistema ferroviario en España y el fin del segundo estado de alarma tras el coronavirus. Con una política muy agresiva en el precio, la compañía dependiente del gigante público SNCF promete precios bajos desde tan solo nueve euros el trayecto.
Renfe, por su parte, ha tenido que hacer varios cambios de calado para poder ofrecer precios atractivos a sus usuarios, ya que está penalizado por una estructura de costes mucho más alta, como explican las fuentes del sector consultadas por La Información. No obstante, ha creado una filial low cost para la alta velocidad. Se llama Avlo y compite, de momento, en aquellas plazas en las que Ouigo está presente (el corredor entre Madrid-Barcelona y el de Madrid-Valencia en los próximos meses).
Renfe solo recibe financiación de los PGE en viajes de Cercanías y Media Distancia; no para los trayectos de AVE
En paralelo, la compañía ha cambiado su política de tarifas con un sistema de gestión de ingresos (revenue management), para acercarse a otros sectores liberalizados como la aviación. Los principales efectos se notan positivamente en el abaratamiento de los billetes que los usuarios compran con más antelación. Por el lado contrario y teniendo en cuenta las ratios de ocupación de los trenes y las curvas de demanda, los billetes de última hora acostumbran a encarecerse.
Hay que apuntar que Renfe solo recibe subvención a través de los Presupuestos Generales del Estado para operar en los servicios de obligación de servicio público. Esto es, Cercanías y los trenes de Media Distancia. En los trenes comerciales, donde está el AVE (también Alvia, Euromed e Intercity), la empresa opera en régimen de libre competencia, por lo que debe regirse por reglas de negocio que le permitan ser sostenible económicamente a largo plazo.
Dejando de lado la política de precios, que es la que más insatisfechos reúne del total de analizadas por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, Renfe logra de manera generalizada un aprobado general en el resto de indicadores, si bien todos empeoran su nota respecto al año anterior. Es el caso de aspectos como el canal de venta, las estaciones o los servicios a bordo. También la comodidad, accesibilidad, capacidad y limpieza de los trenes. No obstante, el AVE, junto a los servicios de alta velocidad para media distancia (AVANT), sale bien parado en grado de satisfacción general si se mide con los servicios de cercanías y media distancia convencional.