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Entrada en vigor en enero de 2023

Triodos Bank no financiará la nuclear ni el gas pese a la taxonomía verde de la UE

Mikel García-Prieto, director general de Triodos Bank en España
APIE-UIMP

Decepción absoluta en el banco ético Triodos Bank. La Comisión Europea clasificó el uso de gas natural y la nuclear como energías verdes de transición y ahora el Parlamento Europeo ha votado a favor de esta posición. El banco holandés considera que pone en riesgo el el objetivo de la tan ansiada taxonomía y transforma la tabla de las actividades económicas sostenibles en una herramienta controvertida que da vía libre absoluta al conocido como 'green-washing'. Su postura de rechazo es clara y, por ello, hará caso omiso a la clasificación y solo financiará aquello que verdaderamente genera un impacto positivo.

Con 278 a favor y 328 en contra de derogarlo, los eurodiputados no lograron bloquear la propuesta de incluir la etiqueta verde al gas y a la nuclear, una idea que ya había sido avalada por la Comisión Europea. Pero todavía queda una última oportunidad. El Consejo Europeo, formado por los países miembros de la UE, tiene el poder de oponerse y evitar que el acto delegado de taxonomía que da por verde estas energías entre en vigor el 1 de enero de 2023, aunque el plazo termina este mismo lunes, 11 de julio. 

España se posicionó en contra de la Comisión a principios de año en respuesta al borrador. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, fue clara: “Independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles”. De hecho, advirtió entonces de que no tiene sentido y de que manda señales erróneas para el conjunto de la UE. Sin embargo, solo un enorme giro de los acontecimientos será capaz de derribar esta decisión. 

Ante esta situación, Triodos Bank asegura que está "muy decepcionado" por el resultado de la votación. A pesar de que queda el último asalto del Consejo, la realidad es que es muy previsible que el acto delegado de aplicación finalmente sea el que acaba de dar el visto bueno el Parlamento. Ni siquiera valdría la pena que una entidad privada o incluso del Tercer Sector formule un recurso contra esta decisión, puesto solo tendría un efecto simbólico y ningún recorrido a efectos de la ley

El director general del banco en España, Mikel García-Prieto, cree que esta decisión supone una derrota en el camino hacia una transición sostenible de la economía. El grupo considera que la votación ignora todas las advertencias, incluidas las del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, conocido por sus siglas en inglés IPCC, sobre el cambio climático. Por ello, seguirá trabajando en la promoción de una verdadera financiación sostenible y financiará únicamente actividades con un impacto positivo. 

La taxonomía verde, la tabla de la UE sobre actividades económicas sostenibles, pretendía establecer sin ambigüedades qué es y qué no es una inversión con estas características. El sector le dio la bienvenida porque tenía el potencial de ofrecer a los inversores europeos un mapa claro a la hora de realizar sus actividades y evitar el blanqueo verde. Esto último es un problema sobre el cual el Banco Central Europeo (BCE) permanece atento. La autoridad monetaria ha detectado un rápido avance del 'green-washing' que podría acabar dando lugar a una infravaloración de los riesgos de transición e incluso desestabilizar todo el sistema financiero. 

Según el marco regulatorio dispuesto en el Pacto Verde Europeo, el reglamento de la taxonomía tiene como propósito guiar a las empresas e inversores nacionales e internacionales en sus planes de descarbonización, identificando actividades y sectores económicos ambientalmente sostenibles y que contribuyan a la reducción de CO2, metano y otros gases causantes del cambio climático. Igualmente pretende ayudar a encauzar esas inversiones hacia aquellos sectores esenciales para lograr la meta de la neutralidad climática en 2050. Las emisiones de metano de la generación por gas natural y la cuestión de los residuos de la energía nuclear ponen en cuestión la inclusión de ambas tecnologías dentro de la taxonomía verde de la UE.

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