Mercados y Bolsa

Crisis en Ucrania

Así reacciona el S&P 500 ante la guerra y los eventos de tensiones geopolíticas

Wall Street se prepara para la guerra en el Este de Europa.

El aumento de los temores de un ataque ruso inminente contra Ucrania está generando todo tipo de miedos en Wall Street. Por lo pronto, ya ha provocado una ola de venta a nivel mundial este pasado lunes y provocó que los precios del petróleo alcanzaran su nivel más alto en los últimos siete años. Suenan tambores de guerra y eso genera miedo a los inversores por los potenciales desplomes en la bolsa. ¿Pero es un pánico justificado?

Primeramente, hay que hacerse eco del contexto actual. Los mercados europeos siguieron las tendencias de las acciones asiáticas a la baja, con el Ibex 35 cayendo cerca del 3% y el DAX cediendo sobre el 3%, igualmente.

Las acciones relacionadas con los viajes fueron las más afectadas, incluido IAG, uno de los principales castigados con un descenso de más de un 5%. Se empieza a descontar una intervención y eso siempre crea estos interrogantes sobre la repercusión económica y el impacto directo en los mercados.

Las mayores expectativas de una invasión rusa de Ucrania generaron dudas en cuanto a las exportaciones del mercado energético en un momento en que el entorno está ya muy ajustado. El precio del barril de Brent se encuentra ya en máximos desde el 2014, por encima de los 93 dólares.

Los analistas no descartan ahora una ruptura por encima de los 100 dólares, a medida que aumentan las tensiones, con un incremento del 23% en el precio del petróleo desde principios del 2022. Los precios del gas natural también se dispararon un 4,9%.

Rusia es responsable de un tercio del gas natural de Europa y alrededor del 10% de la producción mundial de petróleo. “Justo cuando la tormenta de Covid parecía estar retrocediendo, la creciente expectativa de una invasión de Ucrania es la nueva amenaza que ahora desconcierta a los inversores”, dice Susannah Streeter, analista senior de inversiones y mercados de Hargreaves Lansdown.

“Los mercados energéticos están claramente al límite y si los suministros se ven amenazados, existe el riesgo de que el petróleo se dispare aún más, lo que aumentará la presión sobre los precios para las empresas”, agrega.

Para Altaf Kassam, responsable de estrategia de inversión para Europa, Medio Oriente y África en State Street Global, “el mercado se ha equivocado”. A su modo de ver, la gente esperaba una desescalada y parece que “las cosas van en la otra dirección”.

El efecto potencial de las sanciones, añade, “se sumaría a las presiones inflacionarias, así como a las percepciones de la gente sobre la subida de precios”. Los aumentos de los precios al consumidor en la eurozona alcanzaron un récord el mes pasado, en gran parte impulsados por el aumento de los costes de la energía. 

¿Pero son los conflictos armados o las tensiones geopolíticas nocivas para los inversores? Pues basta con observar un poco de historia para anticipar cuáles son las caídas medias que se producen en las bolsas. Si miramos al S&P 500, índice de referencia de Wall Street, el efecto es moderado.

El impacto directo en los mercados

Los datos que muestra un informe de Ned Davis Research, que examinan las 28 peores crisis políticas o económicas durante las seis décadas anteriores a los ataques del 11 de septiembre de 2001, deja muy claro cuál es el comportamiento. En 19 casos, el Dow Jones estuvo en niveles más altos seis meses después de que comenzara la crisis. La rentabilidad media de seis meses después de las 28 crisis fue del 2,3%.

“Después del 11 de septiembre, que dejó los mercados cerrados durante varios días, el Dow Jones cayó un 17,5 % en su mínimo, pero se recuperó para cotizar por encima de su nivel del 10 de septiembre el 26 de octubre, seis semanas después”, apunta la firma. Asimismo, un informe de LPL Research muestra el comportamiento del S&P 500 ante eventos geopolíticos adversos, como la reciente crisis de Afganistán, la crisis del canal de Suez, o el famoso ataque a Pearl Harbor, que acabó con la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial.

Este tipo de eventos adversos en términos geopolíticos se traducen con una caída media intradiaria del 1,1%, siendo el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001 el que generó un mayor desplome para el S&P 500 (4,9%). De hecho, obligó a las autoridades a cerrar el mercado.

No obstante, el porcentaje medio de los desplomes ante estas tensiones bélicas, en su mayoría, fueron del 4,6%, según estos mismos datos. Aquí destaca el ataque Pearl Harbor, que provocó un descenso total del 19,6% hasta encontrar el suelo, seguido por la invasión de Iraq a Kuwait (-16,0%), y la invasión de Corea del Sur por parte de Corea del Norte (-12,6%). El promedio del proceso correctivo de estas situaciones fue de 19,7 sesiones, mientras que llevó 43,2 jornadas, de media, recuperar todo el terreno perdido al S&P 500. Las piezas ya están sobre el tablero de juego.

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