Auge y caída de la estrella tecnológica de Corea por manipulación en bolsa

Hace tres años, Brian Kim estaba en la cima de la industria de internet en su país, Corea del Sur. Era el empresario más seguido e influyente desde que creó la plataforma de mensajería dominante para los cincuenta millones de habitantes del país. También la mayor fortuna tecnológica del país, construida en poco más de una década. Hoy, está detenido, preparándose para luchar en los tribunales por su libertad y su imperio.

El fundador de Kakao Corp. fue arrestado justo después de la una de la madrugada del martes por un presunto esquema de manipulación de precios durante una batalla de adquisición de alto perfil por la agencia de K-pop SM Entertainment. Se suponía que esa adquisición cimentaría el dominio de Kakao en mercados desde música y compras hasta servicios de transporte. En cambio, desencadenó una serie de golpes regulatorios, y planteó preguntas sobre el futuro de los innovadores emergentes mientras desafían a los conglomerados establecidos del país.

Para Kim, de cincuenta y ocho años, que ha negado cualquier irregularidad, es un giro sorprendente después de alcanzar una fortuna máxima de 14.600 millones de dólares y ganarse su lugar como la persona más rica de Corea del Sur. Hasta el lunes, esa cifra había caído a 'solo' 3.600 millones de dólares, según el índice de millonarios de Bloomberg.

Su arresto también refleja un cambio de actitud entre las autoridades de Corea del Sur. Él y otros empresarios como Bom Kim, de Coupang Inc. alguna vez fueron aclamados como visionarios que prevalecieron contra los titanes de Silicon Valley para labrarse sus propios espacios en internet Fueron contrapuntos a las empresas siderúrgicas, fabricantes de chips y constructores navales que aún controlan el panorama empresarial de Corea. Pero a medida que su poder aumentó, los funcionarios del gobierno se preocuparon por la forma en que los servicios de internet estaban desplazando a los titulares en campos como la banca, el comercio minorista, el entretenimiento e incluso las tiendas físicas familiares.

Los 'chaebol' coreanos

Los críticos señalaron cómo Kakao dio origen a un número extraordinario de filiales - más de ciento veinte según los últimos datos oficiales - que tenían acciones entre sí. Eso repitió una estrategia utilizada por primera vez por los conglomerados más grandes de la nación, denominados como 'chaebol', que había provocado represiones gubernamentales debido a su potencial de abuso.

"Kim era un icono de la innovación tecnológica en Corea del Sur", afirmó Park Ju-gun, jefe de la firma de investigación corporativa Leaders Index en Seúl. Pero "el negocio en expansión de Kakao llevó a numerosas escisiones y OPIs (salidas a bolsa) que perjudicaron el valor para los accionistas, mientras que el círculo íntimo de Kim ocupaba puestos clave en cada subsidiaria, lo que alimentó una estructura de gestión opaca".

Las acciones de Kakao, que han caído alrededor de un cuarto este año, se deslizaron un 5% adicional en la Bolsa de Seúl este martes tras conocerse la detención de su fundador. Eso sitúa su caída desde un máximo histórico en 2021 en más del 75%, o más de 40.000 millones de dólares de valor de mercado perdido en apenas tres años.

Kim y los portavoces de Kakao han negado repetidamente las acusaciones y han asegurado que no se produjeron actividades ilegales durante la adquisición de SM. De hecho, Kakao comunicó el martes que la compañía, ahora dirigida por la directora ejecutiva Chung Shina, lamenta la situación actual y hará todo lo posible para minimizar cualquier interrupción en la gestión.

Caída de líderes empresariales

Las autoridades coreanas han condenado y encarcelado durante décadas a líderes corporativos por acusaciones de corrupción u otras irregularidades - más recientemente Jay Y. Lee, ahora presidente del fabricante de chips de memoria y smartphones Samsung Electronics Co. Kim, sin embargo, es el primero de una nueva generación de empresarios tecnológicos en tener problemas con la ley. 

Históricamente, los tribunales coreanos no han dudado en encarcelar a los capitanes de su industria. En diferentes momentos del pasado, los jueces han encarcelado a los presidentes de nombres familiares como Samsung, Hyundai y Lotte,  muchos de los cuales volvieron al trabajo con indultos después de unos años. Lee, de Samsung, fue liberado en 2021 después de años de problemas legales. Eso refleja tanto la influencia de los citados 'chaebol', como también los esfuerzos de los gobiernos sucesivos por impulsar reformas.

"Hace varias décadas, cuando Corea estaba construyendo sus industrias desde las cenizas de la Guerra de Corea, las empresas tenían casi inmunidad en la búsqueda del crecimiento económico", explicó Kim Sung-soo, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Hanyang en Seúl. "Todo eso ha cambiado a medida que Corea ha pasado a ser una democracia vibrante que puede examinar a las empresas más poderosas por el bien público".

Sin embargo, ningún magnate de internet ha sufrido ese tipo de destino - hasta Kim de Kakao. Mientras que la mirada de Seúl se había desviado desde 2021 hacia los pioneros de la nueva economía Coupang y Kakao, pocos esperaban que Kim fuera detenido tan abruptamente. El multimillonario ha lidiado desde 2021 con una serie de investigaciones sobre todo, desde si estaba pagando sus impuestos hasta supuesto comportamiento monopolístico. 

El riesgo de torpedear una opa

Luego vino la guerra de ofertas por SM Entertainment contra Hybe Co., la agencia que representa al exitoso grupo de chicos BTS. Los fiscales alegan que los ejecutivos de Kakao buscaron comprar acciones y empujar el precio de SM por encima de la oferta de 120.000 wones por acción de Hybe durante la contienda, obstaculizando el esfuerzo de su rival. 

Los reguladores financieros han acusado a ejecutivos de Kakao y de la unidad Kakao Entertainment Corp. de comprar 240.000 millones de wones (163 millones de dólares) en acciones de SM en ese momento, para interrumpir la oferta de Hybe. Los tribunales decidieron detener a Kim mientras los investigadores aclaraban los detalles. El arresto marca un capítulo preocupante para una de las historias de rags-to-riches más convincentes de la industria.

Kim, quien de niño compartía una habitación con siete miembros de su familia, fundó la empresa que se convertiría en Kakao en 2006. Cuatro años después, lanzó la exitosa aplicación de mensajería móvil KakaoTalk, que se convertiría en el corazón de un imperio en línea que abarca banca, compras, juegos y servicios de transporte. En un momento, superó brevemente a Lee de Samsung para convertirse en la persona más rica del país en los principales listados de fortunas.

Pero también atrajo un intenso escrutinio. Los reguladores, preocupados por el creciente alcance comercial de Kakao, instituyeron medidas para proteger contra prácticas monopolísticas. A principios de 2022, una investigación policial sobre informes de que Kim evadió 886.000 millones de wones en impuestos - derivados de una fusión de 2014 con el rival Daum - borró más de 25.000 millones de dólares de valor de mercado de Kakao y subsidiarias como Kakao Pay Corp., Kakao Games Corp. y KakaoBank Corp. La empresa ha calificado esas acusaciones como "infundadas", y las autoridades fiscales luego desestimaron las acusaciones, informó Yonhap.

A medida que la presión aumentó a finales del año pasado, Kim intentó cambiar su imagen afeitándose el bigote y la perilla por primera vez en diecisiete años. Prometió renovar su empresa, asegurando que no dudaría en cambiar su nombre si fuera necesario. El grupo de Kim sigue siendo el decimoquinto conglomerado más grande del país por activos, con ciento veinticuatro filiales, según datos de la Comisión de Comercio Justo y la empresa. No está claro qué pasos tomará Kim para mitigar la presión regulatoria, pero su encarcelamiento arroja dudas sobre las expectativas de que el fundador saque a bolsa los activos de entretenimiento. También está en medio de tratar de lanzar servicios de IA, después de que el rival Naver se adelantase en 2023.