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Diferente escenario

¿Calma en la bolsa? Los mercados activan el radar en busca de nuevas rentabilidades

¿Calma en la bolsa? Los mercados activan el radar en busca de nuevas rentabilidades. 
Pixabay

El telón de fondo de los mercados ha cambiado en el corto plazo. El S&P 500, índice de referencia en Wall Street, lleva cotizando lateral u oscilando en un rango de precios, desde principios de año. Del mercado bajista se ha pasado a la lateralidad. En, efecto, si nos fijamos en Estados Unidos, algunas de las principales preocupaciones de los inversores en los últimos meses han sido los tipos de interés y la inflación. En cuanto a los primeros, la Reserva Federal tenía más recorrido antes de la crisis bancaria. Unos nubarrones que han mermado la confianza y han interrumpido la senda de subidas de la tasa de referencia del dinero y la reducción del balance que la Fed había emprendido como principales mecanismos para frenar el crecimiento económico y enfriar la inflación.

Matthew Benkendorf, director de inversión de Vontobel Quality Growth, sostiene que, probablemente, esta situación de desconfianza en el sector bancario haya reducido la necesidad de realizar tantas subidas futuras de los tipos de interés. "Teniendo en cuenta la actual situación inflacionista, creo que se producirán más subidas de tipos, quizá otros 25 puntos básicos más o menos", dice. "Nosotros no hacemos predicciones, pero teniendo en cuenta los datos de crecimiento económico, deberíamos estar cerca de alcanzar un máximo", explica. Sin embargo, un pico en los tipos no significa necesariamente una reversión automática. "Creo que esa situación es la que desea el mercado y gran parte de sus participantes, aunque creo que es un fenómeno menos probable", añade.

En este sentido, los inversores deben recordar que corregir la senda inflacionista requiere paciencia y un proceso de normalización económica. Las subidas de tipos son un instrumento eficaz, pero funcionan con retardo, y va a hacer falta algún tiempo para comprobar el impacto de las anteriores subidas de tipos en el crecimiento económico. Aunque la presión inflacionista se ha atenuado y es probable que descienda a un nivel más cómodo, probablemente se mantendrá estructuralmente más alta de lo que la gente estaba acostumbrada.

Repunta el riesgo de recesión

Las economías funcionan en base a la confianza. Lo ocurrido recientemente en el sector bancario constituye un choque exógeno que sacude la confianza de los consumidores y el comportamiento de las empresas, lo que a su vez repercute en el comportamiento de los consumidores e impulsa una ralentización económica. "Así pues, si se tiene en cuenta el efecto del sector bancario sobre la confianza, además de los datos económicos subyacentes, aumenta la tendencia que apunta a una recesión. Sin embargo, es más probable que se produzca hacia finales de este año y en el próximo", comenta el experto de Vontobel. A su modo de ver el sector bancario sigue estando bien capitalizado, y el banco central estadounidense tiene munición suficiente para hacer frente a este problema. "Si el sector consigue ganar confianza, el riesgo de recesión probablemente se disipará", augura.

Para Michele Morganti, estratega sénior de renta variable y Vladimir Oleinikov, analista cuantitativo sénior en Generali Investments, en términos de valoración, los mercados siguen en riesgo, sobre todo por el aumento de los tipos y de los diferenciales de crédito. "A un año vista, vemos una rentabilidad total positiva, pero limitada; para el S&P 500 unas ganancias del 1,5%, y para el índice promedio de la Unión Económica Monetaria europea (UEM), del 4%. Estos resultados se basan en nuestras previsiones de beneficios y nuestro objetivo de PER (16,5X EEUU y 12,5X UEM)", analizan.

No obstante, el resto de las metodologías que comparan los múltiplos de mercado con los rendimientos y diferenciales actuales registrarían caídas a menos que se espere que el ciclo económico mejore sensiblemente desde ahora (esto, sin embargo, no está contemplado en nuestro escenario base). "Además, desde el punto de vista de los riesgos, junto con la inflación subyacente, destacamos el conflicto ucraniano, que no parece que vaya a remitir pronto", argumentan. 

"Desde el punto de vista de los riesgos, junto con la inflación subyacente, destacamos el conflicto ucraniano, que parece que no vaya a remitir pronto"

Por último, los inversores no deben ignorar, en concreto, la posibilidad de que se produzcan perturbaciones externas. Uno de los posibles desencadenantes es el aumento del techo de la deuda estadounidense, algo que se debate actualmente en el Congreso. Un fracaso a la hora de elevar el techo de la deuda, con todas sus consecuencias, podría dañar aún más la confianza, tanto de las empresas como de los consumidores. "También podría ser perturbador al inyectar más volatilidad innecesaria a los mercados de capitales, lo que podría actuar como otro agresivo amortiguador del crecimiento", describe.

"Pensamos que, dadas las incertidumbres e imprevistos, los inversores deberían optar por empresas bien posicionadas en sectores cuyo negocio esté regido por factores claros y sólidos", afirma Benkendorf. El sector sanitario, por ejemplo, es bastante predecible en cuanto a tendencias y factores subyacentes. Lo mismo cabe decir del sector de productos de bienes de consumo básico. "En este caso, las acciones de fabricantes de bienes de consumo de alta calidad con poder de fijación de precios y potencial de aumento de las ventas a largo plazo resultan especialmente atractivas", ahonda Benkendorf. Así, algunas empresas concretas de ambos sectores pueden repercutir más fácilmente las presiones inflacionistas.

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