Requisitos para hacer un testamento que sea válido sin tener que ir al notario

Aunque parezca obligatorio pasar por el notario para redactar un testamento que sea válido, es posible firmar este documento en casa con toda la validez legal posible siempre que se cumplan una serie de requisitos y que el escrito tenga las características requeridas por la ley. A los testamentos redactados sin notario se les llama ológrafos y están contemplados en los artículos 688 a 694 del Código Civil.

Para que un testamento ológrafo sea válido a la hora de repartir la herencia, deberá estar escrito a mano por el testador (es decir, la persona que deja la herencia), dejando claras sus voluntades por escrito. Obviamente, para que sea legal la persona que lo redacte deberá ser mayor de edad. En el documento, también a mano, deberán estar anotadas la fecha y la hora de la redacción, al igual que el lugar en el que se está redactando el documento. 

Una vez firmado, no se podrá modificar

Una vez que el texto esté redactado, el testador deberá firmarlo y guardarlo de manera que no haya marcas, huellas dactilares o signos de manipulación de ningún tipo, ya que esto podría conllevar la anulación del testamento ológrafo. Lo más aconsejable es conservar el testamento en un sobre cerrado que lo proteja. 

Además, no se podrá ni escribir, ni modificar, ni ampliar nada en el testamento una vez que esté firmado, ya que entonces perdería toda la validez posible. Lo que sí se puede hacer es redactarlo en el idioma nativo del testador si este es extranjero. Es decir, no es obligatorio que esté escrito en español para que sea válido legalmente.

Una vez fallecido el testador, se procederá a abrir y leer este testamento. Si alguno de los herederos o de las personas interesadas no estuviera conforme con la redacción del mismo o sospechara que el documento pudiera haber sido manipulado, se podrá cuestionar la validez del mismo en un juicio, donde un perito se encargará de practicar las pruebas pertinentes que permitan dirimir la cuestión.