La Fiscalía de Guipúzcoa ha presentado un recurso en el que pide una pena mayor para el médico de un seguro privado condenado por imprudencia leve tras haber diagnosticado una gastralgia y recomendado un vaso de leche a un paciente que estaba sufriendo un infarto y que murió poco después.

La sentencia del caso señala que "la única opción para el paciente hubiera sido un traslado a un centro hospitalario" y considera que el acusado "incrementó el riesgo de un desenlace fatal" con su actuación, ya que "provocó la pérdida de dos horas" en el tratamiento médico.

A pesar de ello, considera que la "imprudencia" del facultativo fue leve y no grave, porque los síntomas de este tipo de afecciones coronarias "pueden ser muy inespecíficos y corresponderse con multitud de posibles enfermedades", por lo que la posibilidad de "confusión en el diagnóstico inicial" resultaba "factible".

Por el contrario, el ministerio público opina en su recurso que en este caso "concurren los elementos constitutivos de un delito de imprudencia grave", por el que reclama que se imponga al médico tres años de cárcel, se le inhabilite durante otros cinco y se indemnice a la viuda con 270.500 euros.

El texto del fiscal recuerda que el facultativo sabía que el fallecido había llamado a su seguro médico porque "le dolía el tórax, sentía una fuerte presión en el pecho", "le quemaba al respirar" y tenía "dolor en la zona del esternón y sudoración fría", y que el paciente mantenía algunos de estos síntomas cuando él llegó a su casa.