La renuncia a esta normativa, introducida tras la tragedia del avión de Germanwings en los Alpes franceses, será efectiva a partir del 1 de junio o incluso antes.
Han llegado a la conclusión de que un segundo miembro de la tripulación en la cabina no supone mayor seguridad, sino que alberga otros riesgos.
Por ejemplo, presupone abrir con mayor frecuencia la puerta de la cabina y aumenta el riesgo de que personas no autorizadas accedan a la misma.
El copiloto del avión de Germanwings que estrelló deliberadamente en los Alpes padecía un presunto "episodio psicótico depresivo", según los fiscales alemanes.
Las investigaciones no han revelado ningún motivo para la culpar también a los médicos, Lufthansa, Germanwings, o la autoridad de aviación alemana.
Sin embargo los abogados de las familias de las víctimas siempre han sostenido que Lubitz debió haber sido observado más de cerca.
Se trata un alemán de 61 años que perdió a su hija, la cantante de ópera Maria Radner, y a su nieto, de 18 meses, ambos entre los pasajeros del avión.
Sus abogados sostienen que la médica no informó a la aerolínea ni a las autoridades de seguridad aérea alemanas de los problemas de su paciente, Andreas Lubitz.
Según su argumento, en casos como el de Lubitz no rige el principio del secreto profesional.
Los investigadores han detectado dos fallos principales en el caso del copiloto del avión siniestrado, Andreas Lubitz.
El proceso de autodeclaración (sobre su estado de salud) no funcionó, y varios médicos privados sabían que estaba enfermo y que ejercía de piloto, y esta información no llegó a Germanwings ni a las autoridades.
"Hace falta tener reglas más claras para ver cuándo es necesario romper el secreto médico", han pedido los investigadores.
También exigen garantías laborales para que los pilotos no oculten sus problemas médicos por miedo a perder su puesto de trabajo o su sueldo.
Por último, creen que los cambios de algunas aerolíneas de mantener siempre a dos personas en la cabina "van en el buen sentido".
Los restos de los 150 fallecidos en el accidente del avión de la aerolínea Germanwings serán entregados a sus familias.
Los actas de defunción han sido rubricadas por el alcalde de Prads Haute Bleone, en cuyo término municipal se produjo el accidente el pasado 24 de marzo.
Las cajas negras del avión recogieron un descenso pronunciado e intencionado en el vuelo anterior al de la tragedia, cuando el aparato volaba a Barcelona.
Un informe de la Agencia de Investigación de Accidente, citado por el diario 'Bild', recoge un "descenso de varios minutos para el que no había justificación".
Lubitz programó el aparato para que bajase hasta la altura mínima posible en cinco ocasiones durante el vuelo, aunque finalmente corrigió la maniobra.
Al acto acudieron unas 1.500 personas, entre las que se encuentran los reyes, los presidentes de Gobierno y Generalitat, y el alcalde de Barcelona.
Líderes religiosos de la comunidad judía, evangélica y musulmana han tomado la palabra en la ceremonia religiosa para rezar, despedirles y sumarse al "dolor".
150 alumnos de la escuela de Llinars del Vallès (Barcelona), que había acogido a estudiantes alemanes fallecidos, han estado presentes y han llevado cirios.