El uso continuado e, incluso, la adicción al teléfono móvil puede llegar a influir gravemente en la manera en la que nos relacionamos y comunicamos con amigos, familiares o nuestra pareja, pero también en nuestra salud mental.
La medida se implementó en agosto de este año y, aunque al principio costó, ahora todos apagan sus móviles y televisores una hora y media cada día para disfrutar de la vida real.
El primer paso antes de proponerse reducir el tiempo que pasamos mirando las pantallas de nuestros smartphones es conocer las horas y minutos exactos que le dedicamos.
La investigación detectó que aquellos que desatendían otras actividades por estar activos en redes sociales suelen tener más problemas para llegar al orgasmo.
Aza Raskin, creador del scroll infinito en 2006, confesó para la BBC en 2018 que se arrepentía de haberlo hecho, ya que era una dinámica muy adictiva y el usuario no llegaba a procesar la información que leía.
El último informe de App Annie indica que “durante 2021, los usuarios pasaron siete de cada diez minutos consultando sus redes sociales”. Las aplicaciones líderes del año pasado fueron TikTok e Instagram.