El atentado suicida se ha llevado a cabo contra el funeral de un jefe tribal en la ciudad iraquí de Baquba, capital de la provincia oriental de Diyala.
El terrorista hizo estallar el cinturón cargado de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en la casa del fallecido jeque durante la celebración de sus exequias.
Irak vive actualmente un repunte de la violencia con frecuentes atentados dirigidos contra objetivos chiíes y fuerzas de seguridad.
Un desconocido se infiltró entre un grupo de militares que preparaban un desfile en la plaza de Sabein y activó un cinturón con explosivos o un artefacto similar.
El ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor han salido ilesos.
El Gobierno yemení rebaja a 70 el número de víctimas en el atentado.
El doble atentado ha ocurrido en Quetta, una ciudad en la provincia de Baluchistán, que limita con Afganistán e Irán y donde tienen gran influencia los talibanes.
Entre los fallecidos figuran la esposa del subinspector general de la guardia de fronteras y tres miembros de dicha guardia.