Ninguno de los tres acusados fue considerado autor material de las muertes, a pesar de que sí se probó que eran miembros de la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017.
Uno de ellos ya obtuvo la libertad condicional al haber cumplido la mitad de la pena de 8 años que le impuso la Audiencia Nacional por colaboración con organización terrorista.