Aunque el autor de la matanza estaba siendo vigilado por los servicios secretos, no se actuó antes porque los motivos para su detención no eran suficientes.
El acusado reconoció los hechos pero se declaró inocente.
El juez frenó a Breivik cuando intentó hablar a los familiares. Solo se le dejó hablar sobre su situación en la cárcel y sobre la cuestión de la prisión preventiva.
Es la primera comparecencia en público de Breivik, desde los atentados. El juicio empezará, como pronto, en la primavera de 2012.
Ha confesado durante los interrogatorios policiales que podría haber decenas de grupos que tienen el islam en su punto de mira.
El fiscal que investiga el caso no ha dado credibilidad a las palabras del acusado, ya que se sigue creyendo que actuó solo.
Las autoridades noruegas han pedido a otros 20 pasíses que interroguen a 35 personas para investigar sobre una posible complicidad en el atentado de Oslo.
Anders Breivik aparece vestido de policía y armado.
Tras ser captado minutos antes de que estallara el coche bomba, el ultraderechista pudo desplazarse sin problemas a la isla de Utoya para continuar el atentado.
Las imágenes fueron incluidas en el informe policial de la tragedia.