Este planteamiento llega tras la petición del Defensor del Espectador, Ángel Nodal, ante las críticas recibidas por "malas prácticas" o "exaltación a la violencia".
Los expertos recomiendan evitar un lenguaje o mensaje audiovisual que exponga a los más pequeños, más indefensos, a experimentar hechos peligrosos.
Recientes estudios aseguran que la serie tiene una "violencia física y verbal innecesaria" y que genera dificultad de aprendizaje.
En EE UU tiene esta calificación, aunque depende del país.