La aeronave fue creada por la empresa suiza Solar Impulse, pero la compró una compañía hispanoestadounidense que está haciendo sus primeros ensayos en el aeropuerto de Albacete.
La Defensa de EEUU está colaborando con General Atomic y Boeing para construir esta arma militar cuyo prototipo promete ser capaz de fundir el metal y los componentes electrónicos fácilmente.