Reforma la ley para reducir la temporalidad de los sanitarios que obligará a las autonomías a convocar oposiciones para plazas ocupadas tres años por interinos.
Limitará la capacidad autonómica de privatizar la sanidad para generalizar la pública, a riesgo de recursos ante el Constitucional.
Sánchez se encargó personalmente de anunciar las dos medidas, criticadas por algunas comunidades por "propagandistas".