El explosivo oculto en el pendrive se envió a Ecuavisa TV, de Ecuador, y se han detectado otros cuatro medios de comunicación afectados en el territorio.
Le imputa cuatro delitos de terrorismo, dos de ellos agravados, en concurso con otro de empleo de artefactos explosivos por los que podría enfrentarse a una condena de 20 años de cárcel.
Cree que el uso de aplicaciones rusas de mensajería instantánea y correos electrónicos cifrados podrían facilitar su huida a ese país.