Se pasaría de una previsión de 17.000 viviendas a un volumen de 13.600 unidades.
La reducción del número de viviendas tiene como objetivo "alcanzar un consenso con todas las partes y dar una respuesta rápida a la demanda de los vecinos.
Se mantiene la inversión y el número de empleos asociados a esa inversión, unido a la conservación del centro de negocios y la cesión de terrenos para usos públicos.
Castellana Norte, promotora del proyecto, prevé la construcción de una torre con 70 plantas que sería la más alta de la UE.
Para el resto de la zona, la empresa propone inmuebles con alturas similares a las de los barrios del entorno de la estación de tren, aunque con menos edificios.
El proyecto, que se aprobó de forma provisional en 2015, depende de la aprobación definitiva del plan parcial de urbanismo por el pleno del Ayuntamiento.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha manifestado la voluntad del Consistorio de desbloquear la Operación Chamartín.
Calvo ha apostado por sacarla adelante pero "no en lo términos planteados", pues aboga por redimensionar la edificabilidad y costes del plan parcial.
El presidente de Distrito Castellana Norte, Antonio Béjar, ha exhortado a tomar una decisión sobre el desarrollo tras 22 años discutiendo del mismo tema.
Una encuesta revela que la gran mayoría de madrileños apoyan el plan urbanístico que prevé recuperar los terrenos de la estación de Chamartín.
Los madrileños valoran, principalmente, el empleo que se creará con la operación, la apertura de nuevas estaciones de metro y Cercanías, y los servicios públicos.