Este local de Valencia utiliza este instrumento de cocina oriental que permite cocinar a temperaturas muy variadas, aportando un toque ahumado sutil a los alimentos y un sabor clásico de brasa.
Cerdos de raza ibérica, puros o cruzados, de pienso o de bellota, encerrados o que campean, el significado de las etiquetas… Vamos a aclarar todas las dudas sobre el ibérico para que sepas lo que compras en cada caso.
No todos los jamones ibéricos son iguales, y dentro de los mejores, existe una categoría que roza la excelencia. Que los cerdos hagan una o dos montaneras marca la diferencia en la calidad del producto final.
En el corazón de la Sierra de Gata de Cáceres se encuentra este remanso de tranquilidad entre encinas y alcornoques, vacas y ovejas y uno de los cielos más limpios de Europa. Es un santuario que invita también a degustar la excelencia gastronómica y a encontrar la paz en un entorno sostenible y acogedor.
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Los mejores jamones salen de los mejores cerdos, aquellos que se dan una buena vida a base de bellotas. Son los cerdos ibéricos de las dehesas españolas de Extremadura, Salamanca, Huelva y Córdoba. Un manjar gastronómico.
Cada español consume unos 11 kilos de carne de cerdo al año. Y lo que no es carne, porque de este animal se aprovecha todo, literalmente. No es una frase. Su despiece no deja nada sin uso. Por eso son tantas las partes comestibles del cerdo.
Extremadura siempre ha sido tierra de tapas. Aquí el gran protagonista es el cerdo. Ya se sabe, "del cerdo hasta los andares" y las barras de extremeñas dan prueba de ello. Pero también podemos disfrutar de ricas elaboraciones con productos de la huerta.
Este plato de aprovechamiento se prepara de maneras diferentes en cada región de España, aunque algunos ingredientes son comunes a todas sus versiones.
Antonio Prieto, presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), subraya que el futuro del sector está garantizado porque se vende cada vez más jamón en Francia, Alemania, México y, poco a poco, en China.
Agricultores denuncian el hundimiento de la demanda de algunas frutas y hortalizas por el cierre de fronteras. Además, se necesitan 100.000 temporeros para la recolecta. El sector ovino, muy tocado por el cierre de restaurantes.