Se ha publicado que la Agencia de Seguridad puso en marcha "una operación de gran envergadura" para pinchar a los tres últimos jefes de Estado franceses.
El Gobierno galo considera "inaceptable entre aliados" este tipo de prácticas.
"No llevamos a cabo actividades de vigilancia de inteligencia extranjera a menos que haya un propósito de seguridad nacional ", explica la Casa Blanca.