La agencia de medición de riesgos considera que las previsiones de crecimiento de la economía italiana se han debilitado.
Afirma que la "frágil coalición" de gobierno no puede responder bien a la crisis.
El Gobierno italiano critica que S&P se base más en lo que cuentan los periódicos que en la realidad y acusa a la agencia de apostar por una maniobra política.