El arma era un misil de crucero y el sistema de defensa aérea portátil con localización mediante infrarrojos (SAM) tenía un alcance efectivo de 5.300 metros.
El Ejército israelí probó su tecnología durante 4 días seguidos y calculó que, en ese tiempo, se habían lanzado un total de 1.100 misiles en el territorio.
La tecnología que el Ejército estadounidense está preparando está inspirado en la Cúpula de Hierro, que es el plan que usa Israel para protegerse de misiles de corto alcance.
El detector de amenazas cuenta con una Inteligencia Artificial que evita que el enemigo pueda interferir en su trabajo y tiene una capacidad de reacción precisa e inmediata.