La soledad aumenta de manera considerable el riesgo de padecer un ictus, según un nuevo estudio.
A través de diversos mecanismos (como, por ejemplo, un mayor uso de alcohol o una peor adherencia a los medicamentos) la soledad puede afectar gravemente a nuestra salud. Ya hay expertos que en la actualidad hablan de una epidemia de este problema.

Los niños también pueden sufrir ictus.
Un ictus pediátrico es una afección neurológica que ocurre en niños y se caracteriza por un inicio brusco debido a una alteración en el flujo sanguíneo cerebral. Es una emergencia médica que requiere diagnóstico y tratamiento inmediatos para mejorar el pronóstico y reducir el riesgo de secuelas graves a largo plazo.
El ictus está aumentando entre los adultos jóvenes.
Los ictus representan uno de los ejemplos más severos entre las enfermedades cardiovasculares, y a su vez están mediados por otros factores como la obesidad o la hipertensión. Afortunadamente, está en nuestras manos tomar medidas preventivas.

La pérdida de visión, parcial o total, puede ser un síntoma de ictus
Las temperaturas que se salen de la norma tienen una influencia importante en nuestra salud, tanto las que son muy elevadas como las que son demasiado bajas, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, tal y como demuestra este estudio. 

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