Tiene consecuencias como la desnutrición, la deshidratación, neumonías, infecciones respiratorias y una gran repercusión a nivel psicológico. El papel de la rehabilitación es clave: entre un 65-85% de los pacientes tratados consiguen volver a una alimentación oral segura.
El estrés es una respuesta adaptativa, hasta que deja de serlo para convertirse en un problema contra el que luchar a diario. Las mujeres sufren más estrés que los hombres y, además, un estudio ha descubierto que puede incrementar el riesgo de ictus.
Las personas mayores pueden sufrir una serie de síntomas diferentes al padecer un infarto u otro evento cardiovascular agudo. Actuar es tiempo es clave para salvar la vida, por lo que es imprescindible conocer este tipo de signos.
Según la Sociedad Española de Neurología, hasta un 90 por ciento de los casos de ictus se podrían prevenir, si aprendemos a identificar correctamente los síntomas y sabemos cómo abordarlos.
Cuidar la alimentación y el ejercicio físico son dos de las claves para lograr un correcto balance de colesterol y triglicéridos en la sangre. Aunque las fiestas puedan ponerlo difícil, es vital continuar con un estilo de vida saludable también en estas fechas.
La hipertensión suele atajarse mediante cambios en la alimentación y en el estilo de vida. Junto a ello, el consumo habitual de ciertas infusiones puede ayudarnos.
La semaglutida, el principio activo de las inyecciones de Ozempic, podría reducir el riesgo de eventos cardiovasculares adversos más allá de la disminución asociada a la pérdida de peso.