Las consecuencias del ataque de Irán a Israel están por venir, e independientemente de que Irán se dé por satisfecho, no parece probable que Israel lo perciba en los mismos términos.
Los captores adecuan los preceptos yihadistas a una narrativa occidentalizada, capaz de sintonizar con los anhelos adolescentes, y tergiversar los ideales de justicia y coraje.