En 1597 la reina Isabel I de Inglaterra envío una gran flota para atacar las costas españolas que trató también de hacerse con los tesoros que llegaban de América a la monarquía hispánica, en medio de la guerra que ambas coronas mantenían desde 1585, si bien los ingleses, reforzados con navíos de las rebeldes Provincias Unidas de los Países Bajos, vieron frustrada su intención por la labor, entre otros, de un marino nacido lejos del mar, concretamente en el municipio vallisoletano de Medina del Campo, Juan Gutiérrez de Garibay.