Los consumidores que ya dispongan de un contador digital y telegestionado verán como, desde el 1 de julio, se les factura la electricidad en función de las horas.
El precio vendrá marcado por el que, en cada momento, haya establecido el mercado mayorista de electricidad, anunciado un día antes en la web de la REE.
La oscilación del precio del kilovatio hora en función del mercado eléctrico afectará solo a cerca del 37% del recibo. Alrededor de otro 25% son impuestos.
Esta bajada tiene lugar dos meses después de que en marzo se aplicase una rebaja de 9,7%: el butano acumula un descenso del 19%.
La tarifa de butano parte de un equilibrio tarifario: las variaciones de los próximos meses se repercutirán al alza o a la baja en porcentajes no superiores al 5%.
El 'consumidor medio' ha pagado 41,67 euros entre peajes (14,04 euros) y coste de electricidad (27,58 euros), así como 12,89 euros por el término de potencia.
Esto supone una diferencia de 15,34 euros con respecto a una factura con el mismo gasto de energía.
Este incremento se produce a pesar de que Industria ha mantenido congelada la parte de los peajes, que equivale al 50% del total de la factura.
Varios colectivos sociales han pedido a Anticorrupción que reabra el caso de los costes de transición a la competencia (CTC).
En 2013 la factura para el consumidor doméstico bajó un 3,7% y la de gas se encareció en un 5,7%.
"La reforma eléctrica nos ha permitido corregir el déficit del sistema y garantiza la sostenibilidad económica y financiera", dice Sáenz de Santamaría.