Los hay aislados para disfrutar de la naturaleza, pero también en pleno centro de una ciudad. Algunos están cargados de historia y otros son fruto de una obra de ingeniería impactante. Desde todos ellos las vistas son alucinantes
Situado a medio camino entre Europa y América, justo ahí, en mitad del océano Atlántico, el archipiélago portugués de las Azores es lo más parecido a un edén de la naturaleza
Uno de los mejores planes para disfrutar de una ciudad durante cualquier época del año es ver la puesta de sol. Cerca del centro de Sevilla está uno de los miradores más conocidos.
Desde este espectacular enclave se puede divisar todo el Valle de las Cinco Villas. Además, se va a ampliar próximamente, por lo que las vistas panorámicas que se tendrán de este increíble paraje de Castilla y León serán incluso más imponentes.
La vista panorámica que se tiene desde este balcón a la Sierra de Loja es simplemente impresionante. Tal es la belleza del paisaje que se puede observar desde ahí que es considerado uno de los más increíbles de España.
Entre Laredo y Castro Urdiales hay una ruta por cimas y senderos estrechos para los más aventureros que atesora un curioso arco de piedra que parece una mirilla al mar Cantábrico.
Los senderos más largos de Cantabria: de Fuente Dé a Puentes de Ucieda
Uno de los pueblos más bonitos de España: un santuario-fortaleza y casas de piedra en la ladera de una montaña
Además de disfrutar de una ruta por el Teide y de jornadas de relax en sus bonitas playas, la isla más grande del archipiélago canario cuenta con sorprendentes lugares, como este precioso pueblo.
Uno de los mejores planes para disfrutar de una ciudad durante cualquier época del año es ver el atardecer. Cerca del centro de Madrid está uno de los miradores más conocidos.
Esta actividad es complicada de realizar en la mayoría de las ocasiones, ya que la contaminación lumínica y atmosférica de las grandes ciudades suele impedirlo.
Vigo, Pontevedra y Lugo registran unos niveles de capa de ozono por debajo de los valores de contaminación determinados por la OMS, por lo que es fácil apreciar los astros durante una noche despejada.
La Ciudad Condal cuenta con varias zonas para poder apreciar desde lo más alto sus monumentos y rascacielos, así como el firmamento una vez que cae el sol.
La contaminación atmosférica y lumínica hacen que la capital sea un lugar complicado para contemplar los astros, aunque hay puntos estratégicos donde se pueden ver sin tener que llegar a la Sierra.
Las ciudades de Bilbao, San Sebastián y Vitoria y sus alrededores cuentan con numerosos espacios para poder observar el cielo de noche iluminado por los astros.
Uno de los planes ideales para disfrutar de una ciudad en cualquier época del año es ver el atardecer. Este es uno de los mejores miradores para ver la puesta de sol en Barcelona.