Con la venta de la nuda propiedad o con la conformación de una hipoteca inversa, el propietario se puede asegurar una renta constante en el tiempo sin renunciar al uso de la vivienda.
Para muchos pensionistas españoles se trata de un auténtico salvavidas financiero que les permite vivir mucho más desahogados durante años.
Personas mayores venden sus casas a precios económicos a cambio de seguir viviendo en ellas hasta su fallecimiento. En los últimos 4 años ha crecido a un ritmo del 50% anual.