Proceden de los desechos polvorientos del cometa Halley y chocan con la atmósfera de la Tierra viajando a 2.300 kilómetros por hora.
El mejor instante para observarlas es de cuatro a cinco de la mañana, cuando el cielo está oscuro y la constelación de Orión está alta sobre el horizonte.
De vez en cuando, las bolas de fuego de las Oriónidas dejan flujos incandescentes de escombros a su paso que permanecen durante unos minutos.
Proceden de los desechos polvorientos del cometa Halley y chocan con la atmósfera de la Tierra viajando a 2.300 kilómetros por hora.
El mejor instante para observarlas es de cuatro a cinco de la mañana, cuando el cielo está oscuro y la constelación de Orión está alta sobre el horizonte.
De vez en cuando, las bolas de fuego de las Oriónidas dejan flujos incandescentes de escombros a su paso que permanecen durante unos minutos.
La lluvia de meteoros de las Oriónidas llegará a su apogeo durante la madrugada del sábado al domingo, cuando se prevé que deje un máximo de 25 meteoros por hora, según estimaciones de la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (Somyce).
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