Dice que lo comercializó como suplemento dietético, no como medicamento.
Su defensa ha presentado un recurso contra la sentencia que lo condena a cuatro meses y quince días de prisión por un delito relativo a los consumidores.
Un testigo ha relatado que cuando su mujer le comunicó a su oncóloga que estaba tomando el bio-bac, la doctora cogió la botella, la tiró contra la pared.
Cuando el estado de salud de su mujer empeoró, en la empresa del bio-bac, le aconsejaron que subiera la dosis del producto que suponía un gasto semanal.
Otra testigo ha asegurado que un médico naturista le recomendó que su hija tomara el producto y que dejara el tratamiento convencional.
Otro testigo en el caso dice que su madre, que tenía cáncer, comenzó a tomarlo porque le dijeron que "eliminaba las células cancerígenas".
Los cuatro acusados se enfrentan a penas que oscilan entre los cinco y los dos años y medio de prisión por delitos contra la salud pública y los consumidores.
Más de dos mil personas llegaron a tomar este falso medicamento.
Antonio Rafael Chacón se sentará, junto a otras cuatro personas, en el banquillo de los acusados por delitos contra la salud pública y los consumidores.
Para la fiscalía, el producto era un compuesto de proteínas y aminoácidos que incumplía gran parte de las normas de producción y control de un medicamento.
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