A falta de que se apruebe en Consejo de Ministros, las mascarillas dejarán de ser obligatorias en hospitales, farmacias o residencias de mayores, salvo en algunos lugares concretos.
Los pacientes con demencia de varias residencias de ancianos ahora pueden conversar y combatir sus ataques de pánico o ansiedad gracias a unos robots con forma de niño.