Un tatuador realizando un tatuaje.
  • El boom de los tatuajes, que comenzó hace un par de décadas, ha dejado paso al de eliminarlos, lo cual resulta siempre más caro, más doloroso y conlleva más sesiones.
  • Muchos estudios de tatuajes ofrecen también su eliminación, aunque se imponen los centros de estética. Lo que no es una opción es tratar de quitárselos uno mismo con productos que ya son habituales en Internet y no ofrecen garantías.

Página 5 de 5