Burger King, hasta ahora con sede en Miami, anunció la adquisición de la empresa de cafeterías Tim Hortons de Canadá, lo que le permitirá cambiar su sede fiscal.
Se llevará a cabo con la financiación de Warren Buffett, un inversor alabado por parte del Gobierno estadounidense porque defendía una subida de impuestos.
Además de Burger King, varias empresas de instrumental médico y de alimentación han establecido sus sedes fiscales en Irlanda.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, urgió a que el Congreso aprobase una reforma tributaria, y actuase especialmente contra las llamadas "inversiones fiscales".
El filántropo publicó el pasado 15 de agosto un editorial en el que pidió que Estados Unidos deje de "mimar" con exenciones fiscales a los más acaudalados.
Los datos lo ha divulgado el propio Buffett este miércoles en EE UU.