Este ciclo para homologar las prestaciones de los vehículos que se comercializan en los países de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, entró en vigor en el año 2019, y lo deben superar todos los automóviles.
El impuesto de matriculación y el de circulación son los más conocidos, pero hay otros que van implícitos en el precio de los combustibles o de los seguros.
La subida del impuesto de matriculación, provocada por la medición WLTP, está paralizada en el Congreso y a la espera de se tome una decisión al respecto en el Senado.
Las cantidades pagadas de más superan los 400 euros y llegan a los 800 euros en algunos casos.