La subida del impuesto de matriculación, congelada a la espera de la respuesta del Senado
- La oposición al Gobierno ha paralizado la subida de este impuesto, prevista con la entrada en vigor del nuevo ciclo WLTP.
- Más impuestos al diésel y la gasolina y una tasa por el uso del vehículo, entre las medidas del 'España 2050'.
Este año no traía buenas noticias al mundo de la automoción, ya que además de la situación que se arrastra desde el pasado 2020 en este 2021 llegaban algunos cambios que podían frenar la recuperación, como la entrada en vigor del ciclo de medición de emisiones WLTP como único sistema oficial y la consecuente subida, entonces, de los impuestos de matriculación de los vehículos.
Sin embargo y por el momento, la oposición al Gobierno ha conseguido congelar esta subida del impuesto de matriculación gracias a la enmienda presentada por el PdeCAT y con los votos a favor de P, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos, el PDeCAT y el PRC, con la abstención del PNV. Ahora, queda esperar la respuesta que pueda llegar del Senado para averiguar si esta enmienda es aprobada.
La entrada en vigor del ciclo WLTP suponía unas mediciones más precisas y estrictas de las emisiones de los vehículos, aumentando los resultados en casi todos los modelos, lo que se traducía en un cambio de los tramos del impuesto de matriculación y la pérdida de las bonificaciones para muchos coches nuevos. Si con el ciclo antiguo los modelos con emisiones por debajo de los 120 gramos por kilómetro estaban exentos de pagar, con el WLTP muchos de ellos habrían tenido que empezar a abonar el impuesto de matriculación. Por eso, una de las primeras medidas que plantea el PdeCAT en su enmienda es que el rango de bonificación llegue hasta los vehículos que emiten menos de 144 gramos por kilómetro.
El sector, positivo
Desde Ganvam consideran que si el Senado apoya también la congelación del impuesto de matriculación, como ha hecho el Congreso, "favorecerá al consumidor y contribuirá a reactivar la demanda".
Desde esta asociación ven necesaria la puesta en marcha de una estrategia a largo plazo para incentivar la movilidad sostenible y mejorar la calidad del aire sin añadir más presión impositiva al sector. Esta debe ir encaminada "a desincentivar los vehículos más antiguos y promover la renovación del parque, reorientando los impuestos para gravar el uso y no la compra".