Más impuestos al diésel y la gasolina y una tasa por el uso del vehículo, entre las medidas del 'España 2050'
- El documento presentado este jueves por el Gobierno busca impulsar la sustitución de los vehículos de combustible por los 100% eléctricos.
- Sánchez lanza "España 2050" como una segunda transición: fin a los vuelos de menos de 2,5h si un tren hace el trayecto.
Se había vaticinado que el año que viene el diésel dejaría de contar con su característica bonificación en una estrategia del Gobierno, en línea con los objetivos planteados desde la Unión Europea, para dejar de favorecer el consumo de los combustibles fósiles en favor de los vehículos eléctricos.
Ahora, con la presentación del plan 'España 2050' este mismo jueves, el Gobierno ha anunciado que los impuestos tanto de la gasolina como del diésel van a ir incrementándose de manera progresiva durante los próximos años para garantizar que la transición de estos vehículos a los eléctricos se cumple al ritmo de los objetivos marcados en el Plan de Recuperación, que contemplan cinco millones de modelos cero emisiones para 2030.
La idea es igualar los tipos impositivos de estos carburantes a los de los 8 países principales de la Unión. La media está en torno al 50% y España se encuentra por debajo de este porcentaje (40,07 céntimos por litro de gasolina y 30,7 por el de diésel, además del 21% de IVA) aunque, en comparación con el sueldo mínimo, nuestro país se encuentra entre aquellos con la gasolina más cara de Europa junto con Portugal y Grecia.
Tasa por uso
Otra novedad que puede perjudicar a los conductores que se propone en este proyecto a largo plaza es la de crear una tasa especial que sustituirá a los impuestos derivados del uso del vehículo como el de circulación y matriculación. Se trata de una figura fiscal que grave el uso medio real del vehículo, es decir, que se calcule sobre las características del modelo de coche adquirido, tanto el peso como su potencia y sus emisiones.
El objetivo de esta nueva tasa es ajustar la fiscalidad del transporte al uso en carretera y abordar la totalidad de impactos negativos generados por los vehículos en circulación, teniendo en cuenta el tipo de automóvil y las necesidades de transporte y recorrido.