Coches

Conducimos el Mercedes E 300 e, una lujosa berlina híbrida enchufable que consume como un mechero

En el apartado dinámico, el E 300 e es un excelente rodador y resulta bastante equilibrado en su comportamiento para cualquier tipo de recorrido. 
M.B.

Algo tiene el agua cuando la bendicen o, lo que es lo mismo, algo tienen los coches con el venerado logo de la estrella en el capó. El renovado Clase E de la marca alemana, todo un icono dentro de su gama, quiere seguir siendo una de las berlinas más completas de su clase y, de nuevo, vuelve a ejercer como tal.

Es cierto que BMW ha renovado de la cabeza a los pies su representante en esta categoría, el no menos eficaz Serie 5, tal vez la mecha que ha prendido en el corazón de Mercedes para dar una vuelta de tuerca más a su longevo Clase E.

La configuración estética responde a una berlina de lujo que muestra un gran empaque en los casi 5 metros de longitud que mide. 
M.B.

En esta actualización hay muchas evoluciones y no faltan las correspondientes en el apartado mecánico donde la apuesta por la electrificación no cesa. 

En esta ocasión hemos probado la versión 300 e (existe otra opción PHEV más potente 400 e) un híbrido enchufable diésel con etiqueta CERO de la DGT que tiene capacidad para circular más de 100 kilómetros (homologa 113 para ser más exactos) en modo totalmente eléctrico.

Y no es un recurso publicitario. El caso es que hemos podido constatar que lo consigue sin despeinarse para ofrecer unos consumos en su conjunto francamente competitivos (6,1 litros a los 100 km de media en nuestra prueba y recorridos en autopista en los que hemos podido anotar 160 kilómetros en modo eléctrico) sobre todo si tenemos en cuenta la envergadura de la carrocería germana que tiene una longitud cercana a los cinco metros y un peso de 2,1 toneladas.

Este es el cuidado y lujoso aspecto del interior del Clase E. 
M.B.

Dispone de un motor diésel (de cuatro cilindros con 2.0 litros) que también pone su granito de arena en este sentido más una batería eléctrica de 25,4 KWh para una potencia final de 313 caballos.

Desde 64.500 euros

Además de su sorprendente eficiencia, el E 300 e muestra una conducción de lo más agradable, la aguja del cuentarrevoluciones sube a nuestro antojo, y sus prestaciones están a la altura de lo deseado asistidas por un cambio automático, de la serie 9G-TRONIC, perfectamente escalonado.

La tercera pantalla digital, que es opcional, está reservada para el copiloto.
M.B.

El aislamiento del habitáculo asimismo está muy conseguido para que nada ni nadie ponga en duda su condición de "cinco estrellas". La amortiguación, que puede ser adaptativa, trata al pasaje con el máximo confort y sus abordables reacciones en el paso por curva contribuyen a convertirse en un coche para todo.

Estéticamente, esta renovación mejora las firmas lumínicas, ahora tiene unos eficaces ópticas de ledes, y modifica la parrilla frontal. Tal vez sea por dentro donde el modelo de la estrella haga acopio del mayor número de mejoras. 

La digitalización es máxima en esta evolución y hasta puede incluir una pantalla individual para el copiloto que puede acceder a un gran número de funciones si añadimos el sistema MBUX Superscreen. Existen un gran número de aplicaciones, como Tiktok o Tetris, y el acompañante puede ver incluso películas. Impresionante.

La zona posterior se transforma en una zona noble tanto en materia de espacio como de confort.
M.B.

Como ya es norma en esta gama, y en cualquier modelo de la marca, los acabados están a otro nivel y el espacio disponible  para los pasajeros de los asientos posteriores es soberbio para que dos ocupantes viajen a sus anchas. 

Disponible tanto en la carrocería berlina ensayada como en la exclusiva Estate, de formato familiar, el E 300 e tiene un precio de salida de 64.500 euros, 3.000 más si optamos por la versión 4MATIC de tracción total.

Hasta 113 kilómetros de autonomía en modo totalmente eléctrico, un detalle muy a tener en cuenta en los revisados PHEV de la marca germana.
M.B.
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