Conducimos el microcar eléctrico que llama más la atención que un Ferrari

Hacía tiempo que un coche no nos convertía en el centro de todas las miradas. Emula al mítico BMW Isetta de la década de los ’50 con una carrocería muy parecida en la que no falta la única puerta para acceder al interior que, como en aquel, está ubicada en la parte frontal.

Con unas dimensiones ideales para moverse como nadie en los entornos urbanos, el Microlino (obra de la empresa suiza Micro Mobility Sistems) mide tan solo 2,50 metros de largo y 1,47 de ancho.

Estas cifras ya aventuran una gran movilidad al que contribuye un motor eléctrico de 17 caballos de potencia con dos baterías a elegir (de10,5 o de 14,5 KWh) que se recargan a tope en menos de 4 horas.

Limitado a 90 km/h y equipado con un modo de conducción Sport, las sensaciones al volante de este cuadriciclo vienen a ser, y para entendernos, como las de un kart. 

Los diminutos neumáticos que equipa, sobre unas llantas de 13 pulgadas, más una suspensión que resulta bastante seca determinan unas reacciones que no suelen ser las habituales en este tipo de coches.

El caso es que resulta muy divertido de conducir y eso que carece de dirección asistida o de servofreno. En definitiva, un “rara avis” al que, la verdad sea dicha, no cuesta mucho acostumbrase.

En cuanto a sus prestaciones, el Microlino no es un cohete, pero en ciudad convence plenamente y eso que en condiciones reales su autonomía no da para más de 100 kilómetros.

Caro, pero exclusivo

Si por fuera es especial, por dentro también quiere serlo. Solo hay una banqueta corrida con capacidad para dos ocupantes y un diminuto tablero digital, mientras que en su equipamiento enseguida, sobre todo en estos días tan calurosos, se echa en falta el aire acondicionado que no está disponible ni como opción. Sí que incluye techo solar (una loneta que se manipula de forma manual) altavoz portátil o volante revestido en cuero.

Importado en nuestro mercado por Astara, este microcar se puede adquirir de varias formas incluida una fórmula de suscripción “astara Move” que se suma a otra oferta de sharing y al sistema de compra tradicional.

Y llegamos a su precio que parte de los 22.900 euros, una cifra que le convierte en una compra de capricho, pues por esa cantidad el mercado ofrece muchas posibilidades más lógicas y equilibradas.

Eso sí, conducir el Microlino te traslada a otro mundo, algo así como si por un día fueras una estrella de Hollywood y eso hay que pagarlo.