La fórmula matemática que explica por qué un radar no te multa a 128 km/h pero sí a 129 km/h
La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene desplegados en la red de carreteras del estado un total de 780 radares fijos y 545 radares móviles, dedicados a 'cazar' a aquellos conductores que sobrepasen los límites de velocidad.
Tal y como recoge ABC, hasta hace unos años, existía una regla que indicaba que los límites máximos se podían superar en un 10% o en 20 km/h para adelantar. La DGT eliminó esta norma y ahora se aplica la llamada norma de 'tolerancia 7': un 7% de la velocidad máxima permitida y sólo en algunas vías.
La cuestión es que los cinemómetros de los radares (los aparatos que miden la velocidad) no tienen una precisión del 100%. El margen de error oscila entre el 7 y el 3% (dependiendo de si son radares modernos o antiguos).
Esto significa que un radar móvil no se activa hasta que un coche o vehículo sobrepasa en un 7% la velocidad máxima de 120 km/h. Es decir, hasta que no alcanza los 128,4 km/h.
Si aplicamos esta fórmula, en carreteras con límite 110 el radar no salta hasta los 117,7 km/h y en el caso de los de 100, salta a partir de los 107 km/h.
Por debajo de los 100 km por hora, ya no se aplica el porcentaje del 7%, sino que se establece un límite general de 7 kilómetros. Así, en las carreteras entre 30 y 90, se suma 7 para fijar el límite.
En el caso de los radares móviles, se aplica la norma, pero reduciendo el porcentaje al 5% y en carreteras a menos de 100, sumar 5 km/h al límite para saber cuándo salta el radar.