Las manchas que deja tu coche en el suelo son una alerta de una posible avería grave: ¿qué significa cada una de ellas?

En una gran mayoría de ocasiones, el hecho de desplazar un vehículo de un lugar donde ha estado estacionado y observar que existen diferentes manchas en el suelo nos podría indicar que hay algo que no va correctamente en nuestro 'amigo de cuatro ruedas'. Lo más recomendable ante este tipo de escenario sería acudir, rápidamente, a nuestro taller más cercano en España para que localicen la fuga y revisen con cierta efectiva y exactitud qué es lo que realmente ocurre. 

En condiciones normales, este tipo de problema se puede observar cuando estas manchas tienen relación con varios elementos del vehículo, como puede ser el aceite, el carburante, el agua o el líquido refrigerante, elementos que tienen cierta importancia en nuestro automóvil. Por ello, es clave para la salud del coche corroborar de dónde proceden y descartar la posibilidad de una avería más grave. A continuación, os detallaremos cuáles son los principales componentes que podrían dejar su huella si sufren cualquier tipo de fallo mecánico. 

1. Aceite

Si nos encontramos aceite debajo de nuestro coche, hay que tener en cuenta que este problema es más grave de lo habitual. Este elemento, que tiene una función lubricante, impide que un gran número de piezas rocen entre ellas y acaben rompiéndose por el calor de la fricción, por lo que es recomendable realizar un análisis o revisión del nivel de aceite cada cierto tiempo. 

Dicho componente es de color negro oscuro y presenta un tacto viscoso y grasiento. La tuerca del desagüe del cárter, el propio cárter o incluso los retenes, entre otros, son algunos de los elementos por donde el aceite suele salir al exterior del vehículo. 

2. Líquido refrigerante

El líquido refrigerante es otro de los líquidos más críticos que poseen los vehículos. Si este componente falla, el motor podría sufrir graves consecuencias debido a las altas temperaturas del mismo. En condiciones normales, dicho elemento tiene un olor dulzón y puede ser de color azulado, amarillo o rojizo, además de ser tan líquido como el agua. Las fugas del refrigerante, habitualmente, se localizan en el cárter del motor, en ciertos mecanismos limitadores de presión (tapa del depósito), en los manguitos o en las abrazaderas, entre otros.

3. Carburantes

El hecho de encontrar un charco de carburante debajo de nuestro vehículo es más peligroso de lo que podemos llegar a pensar. Una simple chispa podría generar un incendio que acabe con la 'vida' de nuestro vehículo, por lo que es recomendable tomar precauciones ante este escenario. Dicho elemento se reconoce de forma sencilla por su olor y su color: tono ligeramente marrón en el diesel y un resplandor similar a un arcoíris en caso de la gasolina. 

4. Líquido de frenos

La fuga del líquido de frenos se puede localizar de forma muy sencilla debido a su ubicación debajo del coche, concretamente entre la zona de las ruedas. Este tiene una consistencia aceitosa y un olor penetrante,  además de poseer un color marrón o verdoso. Habitualmente, el panel de elementos del vehículo suele alertar de este fallo mecánico, por lo que habría que llevar el coche al taller de forma rápida debido a su importancia. 

¿Qué otros elementos suelen dejar manchas en el suelo?