¿Eres buen conductor? Descubre si cumples con todos los requisitos
- Muchos gestos y automatismos al volante pueden aprenderse para conseguir una conducción más segura.
- Un 40% de los accidentes y un 37% de los heridos se evitarían con el uso general de los asistentes a la conducción.
Los rasgos de la personalidad influyen en cada aspecto de la vida cotidiana, incluida la conducción. La manera de reaccionar al volante o ante sustos e imprevistos puede estar intrínsecamente relacionada con la forma de ser, pero una conducción segura también depende de ciertos gestos aprendidos y características que pueden mejorarse con la práctica y la experiencia.
La seguridad vial suele verse afectada, principalmente, por el factor humano, así que es importante tratar de mejorar en esta serie de aptitudes y más aún ahora que se acerca el verano y, con él, los viajes y escapadas de fin de semana por carretera.
Desde la empresa de seguros Mapfre recopilan 8 características indispensables para ser un buen conductor y evitar riesgos y accidentes en carretera. ¿Los cumples todos o tendrías que trabajar en alguna de ellas?
- Utilizar siempre los intermitentes. Aunque a veces quedan en el olvido, los intermitentes son indispensables para mantener la seguridad vial ya que informan a los conductores que nos rodean de nuestras intenciones al volante y de las maniobras que ejecutemos.
- Llevar una posición correcta. Parece un gesto nimio, pero sentarse correctamente al volante da mayor capacidad de reacción antes sustos en carretera y mejora la visibilidad del conductor.
- Circular por el carril derecho. Las autoridades de tráfico siempre advierten sobre la ocupación innecesaria del carril izquierdo. Si eres de esos, tu conducción puede mejorar. Para respetar un tráfico más fluido y evitar accidentes, hay que mantenerse siempre en el carril derecho y usar el izquierdo solo para adelantar.
- Mantener la distancia de seguridad. Es la clave para evitar colisiones por alcance. Los conductores que agobian a los vehículos que llevan delante ponen en riesgo la seguridad vial.
- Respetar los semáforos en ámbar. Si eres de los que acelera cuando el semáforo se pone en ámbar, no conduces con seguridad. Con un semáforo en ámbar y espacio suficiente para frenar sin poner en riesgo al conductor que nos sigue, es más seguro frenar.
- Estar pendiente del tráfico. Hay que saber adaptar la conducción al tráfico que nos rodea, no arrancar y seguir el GPS sin prestar atención. En el caso de no poder mantener unos niveles mínimos de concentración a la carretera, es más inteligente descansar que continuar la ruta.
- Dar espacio en la carretera. O, en definitiva, no pegarse a otros coches y cambiarse de carril cuando otros vehículos quieran incorporarse. La carretera no es un circuito y la actitud competitiva o revanchista es muy peligrosa.
- Respetar los límites de velocidad. El exceso de velocidad combinado con las distracciones es una de las principales causas de siniestralidad, por eso es importante ajustarse a los límites. No por correr más somos mejores conductores.