Movilidad

La extraña enfermedad que libra a los conductores de soplar en los controles de alcoholemia

Control de alcoholemia
Europa Press

En el año 2022, la Guardia Civil interpuso 85.130 multas por superar la tasa de alcohol en las carreteras de toda España, lo que supuso el sexto motivo de sanción más común. A falta de los datos del 2023, esta sigue siendo una problemática en todo el país, por lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) y las autoridades han desplegado más controles de alcoholemia en estos últimos meses.

Aunque alrededor de la tasa de alcoholemia hay multitud de mitos que intentan hacer creer a los conductores que realizando trucos bajarán el alcohol en sangre, lo cierto es que nunca funcionan. Tendrás que hacer sí o sí el control de la Guardia Civil, aunque hay una manera de saltarte la prueba de alcoholemia y evitar soplar en el alcoholímetro. 

El extraño síndrome de la autofermentación

Hasta una veintena de personas en el mundo sufren el llamado síndrome de la autofermentación, también conocido como la autocervezación. Esta enfermedad rara hace que los hidratos de carbono ingeridos en el estómago fermenten y creen 'cerveza'. Esto hace que la persona pueda dar positivo en un control de alcoholemia sin haber ingerido una sola gota de alcohol, tal y como sucedió con un vecino de Matawan, en Nueva Jersey, y con un conductor belga.

El caso de este último acabó en los tribunales, y la jueza, tras analizar todas las evidencias médicas, falló a favor del conductor, que se libró de pagar una cuantiosa multa. Esta extraña enfermedad puede tener muchas causas, como un uso habitual y excesivo de antibióticos, la diabetes o la ingesta de alimentos muy ricos en carbohidratos, entre muchos otros. Por ello, las personas que sufren este diagnóstico deben cuidar y mucho qué comen, para así no sufrir los efectos de su condición.

Imagen de archivo de un conductor arrojando una tasa positiva en el control de alcoholemia.
ronstik

Los efectos del síndrome de la autofermentación no son exactamente iguales a los de un estado de embriaguez, aunque sí que son muy similares: problemas de coordinación, dificultad para vocalizar correctamente o incluso la alteración del estado mental son solo algunos de los síntomas de esta extraña condición. 

Aunque sea muy poco habitual, hay conductores que sufren este problema en su día a día y que se enfrentan a una situación muy complicada a la hora de realizar un control de alcoholemia. Por ello, deben llevar en el coche siempre un informe médico que lo acredite, para así advertir a las autoridades y que no lo obliguen a soplar.

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