Estos son los dos momentos del día en los que deberías evitar conducir para tener menos riesgos

La luz o, mejor dicho, las condiciones de visibilidad son uno de los factores que más influye a la hora de conducir, quitando las condiciones psicofísicas del propio conductor. A través del sentido de la vista recibimos la mayor parte de la información necesaria para conducir con seguridad, por eso es tan importante, por ejemplo, conducir con gafas o lentillas si las necesitamos (además de para evitar una multa de tráfico).

Otra condición esencial es escoger las horas a las que salimos de viaje, sobre todo por carretera, ya que la ausencia de los elementos arquitectónicos propios de las ciudades como edificios altos favorece que el sol nos alcance de lleno, sea de frente o a través de los espejos retrovisores. 

Cuando conducimos a ciertas horas del día, es posible que el sol nos incomode durante la conducción e incluso que llegue a deslumbrarnos, cegándonos momentáneamente e impidiéndonos ver con claridad lo que sucede en carretera alrededor de nuestro vehículo. Por eso es importante evitar ciertas horas del día para viajar. 

Qué horas del día son las peores para viajar

Las peores horas del día para viajar son el atardecer y el amanecer, sobre todo en verano. Durante esta época del año, en la que amanece antes y anochece más tarde, la intensidad de ambos fenómenos es mayor y, por lo tanto, es más fácil que la luz provoque deslumbramientos a los conductores.

En verano, en España, el amanecer se produce entre las 6.42 y las 7.54 dependiendo del mes del año, teniendo en cuenta con dejar un margen antes y después, cuando la luz también podría molestarnos. El atardecer, por otro lado, se produce entre las 21.48 y las 20.26, acortándose más de cara a septiembre. 

Otros momentos durante el día que se pueden considerar incómodos para conducir son aquellos en los que el sol nos puede dar de cara y está más intenso, algo que dependerá también de la zona y dirección el que conduzcamos. Igualmente, al salir de un túnel es más probable sufrir deslumbramientos y, por supuesto, si llevamos los cristales sucios y el sol de frente, nuestra visibilidad se verá reducida.