Movilidad

¿Tu coche está preparado para el invierno? Ten en cuenta estas 10 claves

La nieve y el hielo, entre otros elementos, contribuyen a que la conducción en invierno sea muy delicada.
GUARDIA CIVIL

El invierno, al menos la fase más dura que está por llegar –aunque ya lo ha hecho en algunos puntos de España–, pone a prueba a conductores y vehículos, ya que el frío, la lluvia, la nieve o el hielo se convierten en serios obstáculos si nos hemos de mover.

Según el Real Automóvil Club de España (RACE), el 30% de los accidentes se producen en esta estación, por lo que lo mejor es estar bien informados y evitar coger el coche si la situación es complicada.

Conscientes de que esto no es siempre posible, nuestra recomendación es la de poner la máxima atención en la carretera y, sobre todo, tener revisado y a punto nuestro vehículo, ya que como asegura el RACE en un informe, las averías de los automóviles aumentan en invierno en un 14% respecto a otras estaciones del año.

Para ayudarnos con ello, la red de talleres especializados en neumáticos y mantenimiento Confortauto ha elaborado un listado con las averías más comunes, dada su dilatada experiencia, con el objeto de prevenir sustos en este período.

Sistema eléctrico y baterías

Con las bajas temperaturas, las baterías tienden a perder capacidad de carga. En el caso de las nuevas, el problema no suele notarse más allá de un arranque ligeramente más largo, pero las de cuatro o cinco años se pueden agotar del todo, pues si ya estaban gastadas el frío se lleva por delante la poca capacidad de carga que aún mantenían. Esto, sumado a un mayor consumo eléctrico del vehículo (luces, antinieblas, limpias, calefacción, calentadores, etc.) hace que las baterías sean las más débiles en invierno.

Motor

Una de las averías más costosas cuando se dan bajas temperaturas y el coche ha dormido a la intemperie tiene que ver con la rotura de conductos y manguitos del motor. Entre 1.000 y 1.500 euros puede suponer la reparación, en función de la cantidad de piezas que se hayan dañado como consecuencia de arrancar el motor en frío y ponerlo rápidamente a un gran número de revoluciones. La recomendación es calentar el motor al ralentí al arrancar, con el objetivo de que los fluidos suban poco a poco de temperatura y la lubricación pueda hacer su trabajo.

Es conveniente que la profundidad del dibujo del neumático esté bastante por encima del mínimo legal de 1,6 mm. 
PublicDomainPictures/Pixabay

Neumáticos

Influyen de manera fundamental en nuestra seguridad, puesto que son el punto de contacto directo con la carretera. Durante el invierno, los neumáticos pierden prestaciones, disminuyendo su adherencia en el asfalto y su capacidad de frenada. Una situación que empeora si hay lluvia, nieve y/o hielo. Además, el frío suele hacer que pierdan presión, por lo que hay que realizar una revisión periódica para comprobarla y asegurar que la profundidad del dibujo esté por encima de 1,6 mm (límite legal establecido). No obstante, los especialistas recomiendan no bajar de los 3 mm.

Líquidos

Con las temperaturas bajas pueden modificarse las condiciones de los líquidos y aceites del motor. El líquido refrigerante, que se encarga de absorber parte del calor generado en los motores de combustión para evitar el sobrecalentamiento, debe ser vigilado durante los meses de frío para comprobar que no pierda sus propiedades. También es recomendable cambiar el líquido limpiaparabrisas por uno de tipo anticongelante para que no se hiele en las noches más frías. En invierno también es preferible utilizar aceites sintéticos porque utilizan fórmulas de baja viscosidad y fricción, lo que ahorra combustible y permite que el aceite conserve la liquidez incluso en días fríos.

Frenos

Como uno de los componentes de más uso y desgaste, es importante garantizar su buen mantenimiento. Con el frío estos pierden eficacia, y su mal estado se traduce en frenadas más largas y el aumento de las posibilidades de sufrir un accidente. La frecuencia de cambio de las pastillas de freno depende del vehículo y el uso que hagamos de él, por lo que conviene revisar cuanto más se use. La posible congelación del líquido de frenos también es un factor a tener en cuenta con las bajas temperaturas, las cuales pueden provocar su deterioro.

Luces

Una buena visibilidad es indispensable siempre, pero aún más en invierno, con noche más largas. Resulta primordial comprobar que funcionen correctamente los pilotos traseros, las luces de freno, marcha atrás, posición, intermitentes y los antiniebla, muy utilizados durante estos meses. En caso de tener que cambiar alguna luz, es recomendable sustituir tanto las del lado izquierdo como las del lado derecho, así ambas tendrán la misma antigüedad.

Si las escobillas están en mal estado, si llueve la visibilidad puede verse muy mermada.
FLICKR

Limpiaparabrisas

Debido al hielo, la nieve y la lluvia, las gomas de los limpiaparabrisas se pueden llegar a desgastar y dejar de funcionar cuando más lo necesitamos. Las escobillas pasan por muchas zonas de la luna que están secas y que pueden contener restos de suciedad, algo que daña el filamento del limpiaparabrisas para después dejar las molestas líneas de agua que limitan nuestro campo de visión. Por ello es recomendable, además de llevar los cristales limpios, echar agua sobre la luna antes de salir y comprobar que los limpias barren bien.

Carrocería

La sal que se esparce sobre la carretera en invierno para evitar la formación de bloques de hielo o que cuaje la nieve, tiene como contrapartida que es un elemento muy corrosivo para la carrocería y para la mecánica de un coche. Por ello, aunque llueva, es recomendable lavar nuestro vehículo con cierta frecuencia, mejor con una pistola de agua a presión para dirigir el chorro de agua hacia los bajos y eliminar así restos de sal.

Cerraduras y juntas del vehículo

La humedad se cuela por todos los rincones, y si las temperaturas bajan de cero grados, esta humedad se convierte en escarcha o hielo. Esto hace que las cerraduras y bombines se queden congelados y se puedan romper. Las juntas garantizan la estanqueidad del vehículo, y el frío las puede estropear, así que conviene revisar de manera visual su estado, para comprobar que no presente problemas y que cumpla con su función.

Calefacción

Imprescindible en invierno, su fallo puede deberse a una obstrucción de los conductos por el mal estado del líquido anticongelante, que puede contener residuos sólidos que floten en él. En este caso es necesario hacer un vaciado, limpieza y carga del circuito en un taller profesional.

20minutos.es líder en los diarios más leídos en internet. Consulta las últimas noticias en el diario gratuito de referencia en España.

loading...