Si usas aceite para hidratar el pelo este es el error común que nunca deberías cometer
El aceite para el cabello es un producto de cuidado capilar con propiedades nutritivas a base de vitaminas y antioxidantes. Ya sea de coco, argán, jojoba, almendra o ricino, este producto destaca por su capacidad para hidratar, nutrir y fortalecer el cabello y en las tiendas de España podemos encontrar una gran variedad, dependiendo de nuestras necesidades capilares.
Estos aceites pueden ayudar a combatir la sequedad y controlar el 'frizz'; sin embargo, si queremos cuidar de nuestro pelo, hay que tener en cuenta algunos hábitos que pueden conseguir el efecto contrario.
El error común al usar aceite para el pelo encrespado
¿De qué error estamos hablando? De plancharnos el cabello automáticamente después de haber aplicado un aceite. El experto Miguel Bling, peluquero, maquillador y director de You Glow Salon lo desaconseja.
"Con el pelo mojado y aplicando muy poca cantidad de medios a puntas. De esta forma conseguimos que el aceite penetre en la cutícula a medida que lo vamos secando. Una vez seco, el aceite ya no estará sobre la capa superficial de la cutícula, por lo que, al usar nuestra herramienta de 'styling', no se calentará y quemará ese cabello. Eso sí, siempre que vayamos a usar una herramienta térmica sobre el cabello mojado también debemos aplicar un protector térmico", explica.
Otra forma de aplicar el aceite es después de peinar con herramientas de 'styling', tanto en acabado liso como ondulado: "Esto permite sellar la cutícula y dar un toque final de brillo. Aquí tampoco pondremos demasiada cantidad de aceite para no añadir peso al cabello y, simplemente, terminar de sellar la cutícula", sentencia.
Es importante seleccionar el aceite adecuado según el tipo de cabello y debemos tener cuidado con la cantidad de producto que aplicamos, con el fin de evitar que el cabello quede con una sensación grasa. Si decidimos incorporar el aceite para el cabello en la rutina de cuidado capilar —como una opción para proteger y revitalizar el cabello— hay que hacerlo correctamente, poniendo especial atención en las herramientas térmicas, utilizando un producto adecuado y, sobre todo, midiendo la cantidad necesaria, ni más ni menos.
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