Belleza

No todo lo que se inyecta, rellena. ¿Qué es qué en medicina estética?

"La tóxina botulínica no es el tratamiento estrella en medicina estética".
Getty Images

"Se ha puesto relleno", "parece un hamster". Estas y otras lindezas son habituales a la hora de prejuzgar a alguien que podría haberse sometido a un retoque de medicina estética con infiltración. Sin embargo, asociar infiltración a relleno no es exacto, porque aquella tiene más funciones; y por supuesto, relacionar hinchazón con infiltración tampoco: bien puesto, un material de relleno no infla, reposiciona o realza. Le preguntamos al Dr. Leo Cerrud, experto en medicina estética, sobre los diferentes materiales de infiltración y relleno y los usos más adecuados para ellos.

Inyectable NO equivale a relleno

"Cuando se trata de tratamientos de medicina estética y sus consecuencias por lo general hacemos juicios de valor en base a malos resultados porque son estos los más llamativos. Lo que está bien hecho no se ve raro. Además, insistimos en llamar 'fillers' o productos de relleno a todo lo que se pincha, y nada más lejos de la realidad. La toxina botulínica no rellena y los hilos tensores tampoco, por ejemplo. Es más, deberíamos dejar de llamarles materiales de relleno y denominarles materiales de infiltración o de inyección", explica el Dr. Cerrud.

No todo lo que se pincha hincha, ni siquiera todos los materiales usados como relleno lo hacen, depende mucho del tipo de producto que se utilice y sobretodo de las necesidades y la zona a tratar. Con jeringa y según el material se puede, desde conseguir hidratación profunda (luminosidad), hasta recuperación o aumento de volumen (surcos y arrugas) pasando por supuesto por la densificación de la piel (flacidez).

Tipos de materiales de infiltración

Hidratantes y de volumen: Básicamente el ácido hialurónico en todas sus versiones. Se trata de una molécula con la habilidad de captar agua allí donde la pongas, pero se degrada con mucha facilidad, por lo cual es necesario protegerla de alguna manera para que su efecto dure más. Por eso se enrolla (reticula) sobre sí misma o se asocia con otras moléculas que la vuelven más resistente a la degradación constante. A eso nos referimos cuando hablamos de ácido hialurónico más o menos reticulado, es decir, más o menos enrollado sobre sí mismo, para definir, no sólo su duración, si no también su capacidad de aportar volumen. Cuanto más reticulado, más volumen aporta, más tarda el organismo en degradarlo y más dura el efecto. Los no reticulados y poco reticulados, aplicados a nivel superficial mediante la técnica de mesoterapia, aportan hidratación pero no volumen y suelen durar poco. Hay que tomar en cuenta también la concentración de ácido y el peso molecular.

Inductores de colágeno: Existe otro tipo de materiales de infiltración que no hidratan pero tienen la capacidad de estimular la producción de colágeno y también aportar volumen dependiendo de las características químicas del producto. Es el caso de la Hidroxiapatita Cálcica, el Ácido Poliláctico o la Policaprolactona. Redensifican la dermis y aportan firmeza, porque el colágeno forma parte fundamental de la estructura de la piel.

Materiales híbridos: Es lo más novedoso, se trata de productos que combinan ambos compuestos activos en un mismo vial o jeringuilla.

A cada problema, su solución

Fotoenvejecimiento: Ácido hialurónico no reticulado o poco reticulado para aportar luminosidad, hidratación profunda y mesoterapia a base de hialurónico enriquecido con vitaminas, aminoácidos y péptidos.

Surcos, arrugas y pérdida de volumen: Relleno convencional con hialurónico muy reticulado.

Flacidez: Inductores de colágeno a base de Hidroxiapatita Cálcica, Ácido Poliláctico o Policaprolactona.

loading...