Belleza

Siete trucos fáciles para que el perfume dure todo el día

El lugar donde aplicamos el perfume influye en su durabilidad
PEXELS

"El perfume es algo invisible y, sin embargo, un accesorio inolvidable", decía Coco Chanel. Pese a que han pasado más de medio siglo de su muerte, las palabras de la diseñadora siguen siendo igual de acertadas. Al igual que nuestra ropa, nuestro olor es nuestra carta de presentación, hablando por nosotros y nuestra personalidad, por lo que encontrar la fragancia que nos defina es sumamente importante.

El sentido del olfato está estrechamente ligado al de la memoria, haciendo que podamos asociar un recuerdo o una persona a un olor determinado. Los franceses, grandes impulsores de este poderoso accesorio, son conscientes del efecto que causa en otras personas, así que escogen su fragancia insignia antes de los 25 años y no la cambian nunca. De esta forma, cada vez que alguien huela un aroma similar, siempre pensarán en ellos.

Uno de los principales problemas a la hora de llevar perfume, es sin duda su durabilidad. Por muy caro que sea, su estela no dura más de 6 u 8 horas, lo que nos obliga a llevar una botellita a todas partes o bien renunciar a nuestra fragancia personal. No obstante, existen algunos trucos para alargar la vida olfativa de nuestra colonia y conseguir que permanezca en nuestra piel algo más de tiempo.

1. Hidrata la piel antes

No solo el pH de la piel influye mucho en la durabilidad de un aroma, también la crema nos ayuda a fijar el olor en nuestra piel para que se mantenga durante más horas con nosotros. La clave es escoger una crema sin olor o, por el contrario, una con el mismo aroma que nuestro perfume. 

2. Aplícalo en los puntos claves

El corazón es nuestro órgano más potente y sus pulsaciones son capaces de expandir el aroma de nuestro perfume, haciéndolo más intenso. "Algunas áreas del cuerpo son más estratégicas. Son aquellas en las que late el pulso, como las muñecas, el interior de las articulaciones del codo y la rodilla, debajo del pecho, el ombligo y la nuca", explica Lorenzo Villoresi, perfumista florentino. Un truco extra es aplicarnos vaselina en esos puntos antes de rociarlo para que el aroma se fije durante más tiempo.

3. No te olvides del cabello

Si alguna vez has estado al lado de alguien que fuma, has cocinado fritos o has ido a un restaurante donde sirven comida muy especiada, te habrás dado cuenta de que el pelo absorbe todos y cada uno de estos olores. Nuestra melena es como una esponja para los aromas, por lo que no es una idea tan descabellada el aplicar el perfume en él. Eso sí, no debemos abusar de este truco, ya que el alcohol de la fragancia puede resecarlo. Una buena opción pueden ser los perfumes especiales para el cabello con ese mismo aroma.

4. Pulveriza un poco en la ropa

Cuanto más perfume nos pongamos, más intenso será el aroma y más tiempo permanecerá con nosotros. Sin embargo, la composición química de los tejidos puede frenar las moléculas de entrada, por lo que si queremos aplicar nuestra fragancia en la ropa, mejor que sea sobre los hombros.

5. Apuesta por la molécula fijadora

Existe un ingrediente capaz de fijar el perfume a nuestro cuerpo, como la Iso E Super, un ingrediente sintético muy usado en perfumería con un comportamiento muy peculiar: el 40% de las personas no la huele, pero si se utiliza como fijador, el perfume se intensifica. Por este motivo, debemos escoger fragancias que la lleven o comprarla sola y aplicarla junto a nuestra fragancia habitual.

6. No lo frotes

Un error muy común es rociar nuestro perfume en las muñecas y frotarlo a continuación, pero este gesto estropea las moléculas de salida, que son las más sensibles y las elimina por completo. Si queremos que dure, lo mejor es lo que hemos mencionado antes, aplicar un poco de vaselina en las muñecas y aplicar ahí la fragancia.

7. El truco de Givenchy y Audrey Hepburn

Según los rumores, Hubert de Givenchy vaporizó el perfume que creó para Audrey en un pañuelo y lo dejó olvidado en su taller de costura. Sin embargo, al día siguiente todo el atelier estaba inundado de aquella fragrancia. Esta leyenda se ha convertido tan popular que incluso Ines de la Fressange, una de las primeras 'it girls' francesas, contó que ella siempre aplicaba su perfume en sus pañuelos para que el olor fuera más intenso. "Supongo que será porque vi a mi abuela hacerlo así", contó en una entrevista.

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