Más mujer

Así afecta el cáncer de mama a la vida sexual

Erika Hart para Womanizer
Womanizer

El pasado mes fue el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, y fue entonces cuando de la mano de Womanizer, la marca líder en bienestar sexual para la mujer, descubrimos los primeros resultados del estudio que inició hace meses junto con la Universidad Médica Charité de Berlín. La investigación se centró en explorar el impacto positivo de la masturbación en el bienestar (personal y sexual) de las supervivientes de cáncer de mama. Existen pruebas claras de que prácticamente todos los tratamientos contra el cáncer de mama, incluida la quimioterapia, afectan tanto a la libido como a la función sexual. En general, las mujeres afirman que el sexo y la intimidad son más difíciles tras el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama.

Por eso, le preguntamos a Ana Lombardía, experta en salud y bienestar sexual de Womanizer en España, cómo hacer que el deseo regrese. "A veces tenemos que asumir que, durante algún tiempo, nuestra sexualidad va a cambiar y que, en ocasiones, va a pasar a un segundo plano. Cuando padecemos alguna enfermedad, independientemente de cuál sea, y convivimos con el miedo y los tratamientos, lo más probable es que nuestro deseo se vea afectado negativamente. Si además la enfermedad afecta a nuestros senos, los cuales son una parte muy identitaria de nuestra personalidad, autoestima y erotismo, es más probable que esta disminución en la libido sea todavía más clara y acentuada", explica. 

En este estudio, el 83% de las supervivientes de cáncer de mama alcanzaron la puntuación clínica de corte para disfunción sexual (evaluada mediante la escala estándar FSFI). Las participantes demostraron una peor función sexual en comparación con mujeres con otras formas de cáncer, así como con un grupo de control sano. ¿Cómo puede la cirugía, quimioterapia o radioterapia crear problemas sexuales y perjudicar la salud sexual

"Cualquier tratamiento invasivo e intervención médica puede afectar negativamente a la salud sexual mientras este dure; al fin y al cabo, estamos 'agrediendo' al cuerpo, aunque sea para obtener beneficios a medio/largo plazo. Eso hace que nuestro estado de ánimo esté más bajo, que nuestro foco de atención esté en la recuperación, que convivamos con el miedo a diario... Womanizer ha recopilado diversas evidencias científicas y clínicas al respecto, y una de ellas constata que independientemente de que el tratamiento consista en cirugía, quimioterapia o radioterapia, las investigaciones indican que todos ellos pueden crear diversos problemas sexuales y perjudicar la salud sexual", dice Lombardía.

El regreso del deseo

"Incluso una vez finalizado el tratamiento, tardamos un tiempo en recuperar nuestra vida sexual. Otra de las evidencias recopilada por Womanizer asegura que, sólo hasta pasados 6 meses después del tratamiento, los niveles de actividad sexual volvieron a acercarse a los niveles previos", añade.

El cáncer de mama puede afectar a la vida sexual
Getty Images

En un estudio longitudinal, la actividad sexual descendió del 71,9 % antes de la quimioterapia al 47 % durante el tratamiento. Seis meses después del tratamiento, los niveles de actividad sexual volvieron a acercarse a los niveles previos al tratamiento. Incluso después de que el funcionamiento físico y emocional se normaliza tras el tratamiento, las investigaciones revelan que la función sexual sigue deteriorada. 

En este estudio, hubo una reducción de la actividad sexual en pareja en comparación con la encuesta inicial (6 5% frente a 55 %), así como sequedad vaginal persistente. Pensar en deseo teniendo cáncer no ha de ser fácil, incluso porque la pareja puede sentir cierta culpa al querer tener relaciones estando la pareja enferma... ¿Cómo se puede avivar la vida de pareja en estos momentos? 

"Efectivamente, a veces la pareja puede sentir deseo y eso puede generar sentimientos de culpa, frustración, distanciamiento... Es importante aceptar la nueva situación de la relación y comunicarse mucho para gestionar este cambio tan grande. Es importante también no centrarse en que 'la relación vuelva a ser lo más parecido a como era antes', sino redescubrir la sexualidad en pareja adaptándonos a las nuevas circunstancias: a veces la sexualidad no será tan genital, puede que el pecho se quede fuera de la ecuación, que nos centremos más en los mimos y en los cuidados…", asegura Ana Lombardía.

El cáncer de mama y la disminución de la libido

¿Por qué tienen mayor disfunción sexual las supervivientes de cáncer de mama que las de otro tipo? Al estar la autoimagen y la percepción corporal de las mujeres medida, en gran parte, por su relación con el pecho. "Si tu pecho se ha convertido en fuente de enfermedad, dolor y sufrimiento, o si incluso ha sido intervenido y/o amputado, lo más probable es que tu identidad sexual se vea afectada. Cambia tu imagen corporal, tu erótica, la autopercepción de tu atractivo físico... Son cosas muy importantes a las que no se les da mucha importancia", dice Lombardía, que aclara que Womanizer ha comprobado, en su revisión de diversas investigaciones, que los tratamientos para el cáncer de mama pueden provocar cambios a largo plazo en las hormonas y el funcionamiento sexual que se mantienen después del tratamiento (por ejemplo, menopausia precoz, sequedad vaginal, pérdida de sensibilidad en los pechos/pezones). Además, dispareunia (dolor en la penetración vaginal) y angustia en las relaciones sexuales. 

"Si no se hace un buen abordaje de todos estos efectos, pueden alargarse en el tiempo y, en algunos casos, empeorar. Por ello es fundamental permitirse no hacer nada que no te apetezca, no apresurarse a volver a tener relaciones sexuales si no se está lista -si lo haces, empeorarás los síntomas- y consultar con una psicóloga especializada si es necesario", añade.

Una encuesta de pacientes en una clínica de oncología radioterápica encontró que el 87% de los pacientes reportaron impactos negativos del tratamiento del cáncer en la función sexual o el deseo. Sin embargo, sólo el 27,9% afirmó que alguna vez se le había preguntado formalmente por su salud sexual. En comparación con los hombres, las mujeres con cáncer tienen muchas menos probabilidades de que los médicos les pregunten por su salud sexual (53% frente a 22%, respectivamente). 

Siempre hay esperanza
Pexels

Teniendo en cuenta estos datos, Womaniser está apoyando a un grupo de investigación de Charité - Universitätsmedizin Berlin, uno de los mayores hospitales universitarios de Europa, con una donación para la investigación del bienestar sexual y las disfunciones sexuales en supervivientes de cáncer de mama. 

La importancia de no olvidar el placer

Cuando se diagnostica un cáncer de mama, el modelo médico se centra en la cura. ¿Qué ocurre con los efectos del tratamiento del cáncer sobre la libido, la fertilidad, el sexo, la masturbación y el placer? En las salas de exploración y en las conversaciones médico-paciente no se habla del placer ni de los efectos de la quimioterapia y el tratamiento, lo que hace que las afectadas se sientan aún más alienadas, como si su cuerpo fuera el problema. 

Las pacientes y supervivientes deben ser vistas como un ser completo, no sólo como su enfermedad, sino como una persona que está viviendo un cáncer de mama. "Cuando la enfermedad es el único centro de atención, se ignoran todos los aspectos que contribuyen a la salud de las personas, lo que hace que el paciente sienta que lo único que debe tratarse es lo que está 'mal', lo que le lleva a creer que algo va mal con ella. He tenido que trabajar muy duro para recuperar el placer para mí misma. Asociarme con Womanizer significa difundir el mensaje sobre el poder del placer como ayuda física y emocional eficaz durante y después del cáncer de mama", señala Ericka Hart, lidera la campaña de Womanizer para el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama.

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