Más mujer

Gala González: “Tienes que elegir si quieres ser Amazon o un atelier. Yo he elegido lo segundo”

Gala González
Cortesía

Hablamos con la influencer, empresaria y diseñadora sobre sostenibilidad, sororidad y sobre el lado más solidario del mundo de la moda.

Es posible que la pregunta a la que más veces se haya enfrentado en la vida Gala González, además de la de “qué es ser influencer” (sí: todavía ocurre), sea la de hasta cuándo va a durar este fenómeno. Por eso en 2018 lanzó el libro ‘Gala Confidential. 10 años de influencer’, donde dejó bien claro cuál es el verdadero secreto del éxito. “Lo más difícil no es llegar hasta aquí hasta ahí o hasta donde uno sitúa sus objetivos, sino trazarlos como una carrera de larga distancia y mantenerse en ese empeño. ¡Ahí reside la clave del éxito!”. Eso lo escribió hace cuatro años, y aunque es probable que aún le sigan haciendo las mismas preguntas, quienes siguen su andadura saben que la empresaria, que triunfa con su firma de moda Amlul, es muchísimo más que la reina de las redes. 

Desde 2015 colabora con el Cash & Rocket Tour, la punta de lanza de la organización creada en 2012 por Julie Brangstrup, empresaria y madre de seis hijos. Su objetivo es reunir y crear una comunidad única de mujeres de diferentes nacionalidades y profesiones con la que sensibilizar y crear un cambio real a través de diferentes organizaciones solidarias de todo el mundo en favor de la educación de niños y el apoyo a mujeres.

Mujeres de Cash & Rocket_
Cortesía

“Una de las consideraciones clave a la hora de seleccionar a las mujeres participantes ha sido siempre la diversidad de personas de diferentes orígenes, países y estilos de vida. Queremos un punto de fusión de perspectivas y experiencias, pero un deseo común: hacer algo, no sólo ser alguien”, explica Julie Brandstrup. Aunque (afortunadamente) cada vez son más habituales los encuentros que celebran el talento femenino, cuando Julie dio vida a esta idea, era un proyecto casi insólito, algo que atrajo de inmediato a Gala, que sintió un “match” inmediato con su creadora. “Encajamos desde la primera vez que colaboramos, porque es una mujer luchadora que aunque está muy ocupada, siempre encuentra tiempo para hacer cosas importantes. ¡No todo el mundo que dispone de ese tiempo lo hace!”, asegura González, que colaboró por primera vez con el proyecto a causa de Valentino.

Conocido por muchos como “el tour solidario de las celebs”, nombres de la moda de la talla de Arizona Muse y Nieves Álvarez han estado vinculadas a Cash & Rocket Tour. En esta edición, junto a Gala nos encontramos con la fotógrafa Ellen von Umwerth y con Poppy Delevingne. ¿Qué le diría Gala a quienes todavía piensan que el mundo de la moda vive en una burbuja ajena a injusticias y desigualdades? “Les diría que la moda es un sector propenso a recaudar fondos y comunicar mensajes, porque no nos olvidemos de que la manera en la que vestimos es otro mensaje social y una carta de presentación. Además, si no te involucras socialmente con tu comunidad, lo mejor es que te vayas a vivir solo a una isla. No creo que sea admirable participar en causas como esta, sino que tendríamos que hacerlo todos y que fuera algo completamente normalizado”, dice con convicción.

Rosas y espinas

Tras alabar la labor de Cash & Rocket de apoyo a las mujeres, hablamos con ella acerca de los baches con los que se ha topado en su andadura empresarial. “Las desigualdades existen y es absurdo negarlo. Simplemente hay que pensar que nosotras, al plantearnos si queremos ser madres, tendemos a desear un niño, porque creemos que tendrá la vida más fácil… Yo no me he enfrentado apenas a un grupo de hombres que haya desconfiado de la valía de mis proyectos, aunque tal vez se deba a que llevo años fuera. Eso en América, por ejemplo, no pasa, porque es un lugar en el que con 20 años puedes ser multimillonario. Por suerte, como digo, no he lidiado mucho con esa situación, pero sí puede ser que ese sea el motivo por el que no he montado antes mi propio negocio empresarial… Además, ahora hay muchas ayudas para las mujeres, que creo que nos merecemos”, sentencia.

Gala González
Cortesía

En 2019 creó Amlul, su firma de moda que ya vemos deambular por los armarios de las mujeres más exigentes y por las alfombras rojas de los festivales de cine más glamourosos. Se diferencia del resto de marcas de influencers porque sus diseños no viven pegados a las tendencias, fomenta un consumo y una fabricación responsables y cuenta con una manufactura (orgullosamente) centralizada en Galicia y en Barcelona

Ah: también se distingue por la atemporalidad y por el sistema de venta a través de drops, que hace que sus propuestas no solo sean limitadas, sino que gocen de ese aura que solo consiguen las prendas de stock limitado que han de ser compradas cuanto antes para que no se agoten.

Hasta tienda física

Aunque ya cuenta con un corner en WOW Concept, acaba de inaugurar su primer espacio físico en Madrid. “Pensábamos ser únicamente digitales, pero este es un síntoma de que el producto va siendo más conocido y de que incluso la clientela más clásica (y lo digo en el mejor sentido) va conociendo la firma, no únicamente la eminentemente digital”, explica Gala, que asegura que la transparencia es complicada (pero no imposible) en la moda. Por eso, su marca se esfuerza en ser diferente. “La transparencia más opaca del mundo es la de la moda. Me dan ganas de preguntar a algunas marcas… ¿Pero vosotros sabéis lo que es una producción sostenible? Hay que saber el nombre de la señora que cose el último botón de cada diseño, y eso no es factible en producciones de miles de unidades. En Estados Unidos vendemos mucho y nos encanta exportar la marca España y que nos pregunten cómo están confeccionados los diseños, qué cantidad de unidades producimos… Yo sé que empresas como la nuestra no nos harán multimillonarios, pero soy feliz con nuestro modelo de negocio. Tienes que elegir si quieres ser Amazon o un atelier. Yo he elegido lo segundo”, explica.

"O Zara o nada"

Confiesa que su marca nació cuando se dio cuenta de que a la hora de comprar moda, los jóvenes tenían “o Zara, o Prada”, por lo que sintió la necesidad de crear una marca de precios intermedios. “¿Que si haría las cosas de otra forma? Cada uno tiene su concepto de riqueza. ¿Que si querría ser lo más? Sí, pero estoy contenta con lo que me ha tocado”. Hay algo que no nos atrevemos a decirle durante la conversación: que pensamos que sí es lo más…

loading...